martes, 23 de abril de 2024

Santo San Jorge

San Jorge (en griego, Γεώργιος Georgios; en siríaco clásico, ܓܝܘܪܓܝܣ Giwargis; en latín, Georgius) es el nombre de un soldado romano ejecutado en Nicomedia a causa de su fe cristiana, por lo que se lo venera como mártir. Se cree que vivió entre 275 o 280 y el 23 de abril de 303. Según la leyenda áurea, era «del linaje de los capadocios», por lo que a veces se le identifica erróneamente con el obispo arriano Jorge de Capadocia, puesto que ambos procedían de Capadocia.

San Jorge luchando con el dragón,
icono ruso del siglo 
xiv.

Su popularidad en la Edad Media lo ha llevado a ser uno de los santos más venerados en las diferentes creencias cristianas e incluso —en un fenómeno de sincretismo— en las religiones afroamericanas y musulmana de Medio Oriente, especialmente Palestina donde lo llaman Mar Yeries (árabe cristiano) o Al-Jádr (árabe tanto cristiano como musulmán).

Vida legendaria de San Jorge

La leyenda —posiblemente originada en el siglo iv— cuenta la historia de Jorge, un romano que tras morir su padre —Geroncio, oficial del ejército romano— se trasladó con su madre Policronia hasta la ciudad natal de esta, Lydda —actual Lod, en Israel—. Allí, Policronia pudo educar a su hijo en la fe cristiana y poco después de cumplir la mayoría de edad se enroló en el ejército. Debido a su carisma, Jorge no tardó en ascender y, antes de cumplir los 30 años fue tribuno y comes, siendo destinado a Nicomedia como guardia personal del emperador Diocleciano (284-305).

Veneración como mártir

La historia anterior es, en el mejor de los casos, dudosa. Sin embargo, su veneración como mártir comenzó relativamente pronto. Se tienen noticias a través de relatos de peregrinos de una iglesia construida en Diospolis (la antigua Lydda) en su honor durante el reinado de Constantino I, que se convirtió en el centro del culto oriental a Jorge.

Hacia los años 518–530, el archidiácono y bibliotecario Teodosio relata que Diospolis era el centro del culto de Jorge. Un peregrino anónimo de Piacenza menciona lo mismo hacia el 570.

La iglesia fue destruida en 1010 y más tarde reconstruida por los cruzados. En 1191 y durante la Tercera Cruzada (1189–1192), la iglesia fue destruida de nuevo por las fuerzas de Saladino. Una nueva iglesia fue erigida en 1872 y aún se mantiene en pie.

Durante el siglo iv, la veneración al santo se extendió desde Palestina al resto del Imperio romano de Oriente. En el siglo v su popularidad llegó a la parte occidental del imperio romano.

Canonización y leyendas posteriores

En el 494, el papa Gelasio I consideró válida la inclusión de Jorge en el catálogo de los santos, pero lo agrupó entre «...aquellos cuyos nombres son justamente reverenciados, pero cuyos actos sólo son conocidos por Dios».

Esta afirmación no evitaría la creación de diversas historias apócrifas sobre su vida, varias de ellas llenas de milagros. De acuerdo con la Enciclopedia Católica, el texto más antiguo preservado sobre la vida del santo se encuentra en el Acta sanctorum, identificado por estudiosos como un palimpsesto del siglo v.

Hacia finales del siglo vi, el abad irlandés Adomnán, de la abadía de la isla de Iona, relata algunas de las leyendas orientales de Jorge recogidas por el obispo galo Arkulf en su peregrinaje a Tierra Santa en el año 680.

En la tradición islámica

Su nombre se encuentra presente en varias listas de profetas del islam.1​2​

En los comienzos del islam, el santo cristiano se unió —a través del sincretismo religioso y cultural— con el profeta judío Elías, el predicador judío samaritano Phineas y el santo islámico al-Hadr ('el verde', del árabe hadir) para formar una figura religiosa que era y todavía es venerada en Oriente Próximo.3​

La mezquita de Nabi Jurjis, restaura siglo xiv, era el lugar donde los musulmanes aseguraban que se encontraba enterrado el cuerpo de San Jorge. Sin embargo, fue destruida en julio de 2014 por el Estado Islámico de Irak y el Levante, quienes aseguran que dichas mezquitas se convirtieron en lugares de apostasía en lugar de oración.4​

La leyenda del dragón

En el siglo ix, aparece otra popular historia: San Jorge a caballo como vencedor de un dragón. Esta historia, que es parte de la Leyenda dorada, también es conocida como «San Jorge y el dragón», y es el probable origen de todos los cuentos de hadas sobre princesas y dragones en Occidente.

Debe tenerse en cuenta que la leyenda se relata en diversas partes de Europa (como, por ejemplo, el mito griego de Perseo) y Asia menor como propia, así que los detalles varían según la tradición local.

Existe una tradición cristiana ortodoxa que sitúa el encuentro de san Jorge con el dragón en Beirut (Líbano),6​ donde es el santo patrón de la ciudad.

La leyenda occidental medieval comienza con un dragón que hace un nido en la fuente que provee de agua a una ciudad. Como consecuencia, los ciudadanos, para conseguir agua, debían apartar al dragón de la fuente, ofreciéndole diariamente un par de ovejas. Cuando las ovejas ya no bastaron, comenzaron a ofrecerle diariamente un sacrificio humano, que se decidía al azar entre los habitantes. Un día resultó seleccionada la princesa local.

En algunas historias aparece el rey, su padre, clamando por la vida de su hija, pero sin éxito. Cuando estaba a punto de ser devorada por el dragón, aparece Jorge en uno de sus viajes (a menudo a caballo), se enfrenta con el dragón, lo mata y salva a la princesa. Los agradecidos ciudadanos abandonan el paganismo y abrazan el cristianismo.

La historia, antiguamente considerada verdadera, ha sido abandonada progresivamente. Por otra parte, pocos dudan de que contenga un rico simbolismo religioso, para el que se han propuesto diversas interpretaciones:

Una antigua interpretación cristiana del mito: Jorge sería el creyente, el caballo blanco la Iglesia y el dragón representaría el paganismo, la idolatría, la tentación y Satanás.

Algunos historiadores laicos consideran que la historia tiene raíces más antiguas que las cristianas. En Capadocia, como una de las primeras regiones en adoptar al santo, puede que haya habido una integración de elementos paganos. Un candidato a predecesor de san Jorge es el "dios" Sabacio, padre celestial de los frigios, conocido como Sabazius por los romanos. Se sostiene que su imagen a caballo arrollando a una serpiente sería el origen de la popular imagen de San Jorge sobre un caballo blanco.

Por otra parte, la historia de Jorge y el dragón tiene muchos elementos comunes con el antiguo mito griego de la princesa etíope Andrómeda y su salvador y posterior esposo Perseo, vencedor de la gorgona Medusa y del monstruo marino Ceto. En ambos casos hay un dragón/gorgona con su decapitación, una princesa y una recompensa, en un caso el matrimonio, en el otro la conversión de la ciudad. Algunas de las leyendas sobre Jorge y el dragón sitúan la acción en Libia (antiguamente, toda África del norte al oeste de Egipto); es decir, la acción en ambos casos se sitúa en distantes reinos «mágicos».

Finalmente, el origen podría estar en una manifestación alternativa del arcángel Miguel, que está al frente de las huestes celestiales. En otras palabras, Georgius era la encarnación o bien el avatar del arcángel Miguel, el comandante en jefe del ejército de los cielos (Josué 5:13-15; Daniel 8:25, 10:13, 12:1; Zacarías 3:2; Judas Tadeo 1: 8; Apocalipsis 12:7).

Popularidad en Occidente

Se puede demostrar que en el reino franco merovingio ya se veneraba a san Jorge en el siglo vi.[cita requerida] Sin embargo, no fue hasta la Baja Edad Media, la época de las cruzadas y de la caballería, cuando se extenderá el culto en Europa.

Jorge se convirtió en el protector de los cruzados en la conquista de Jerusalén (15 de julio de 1099). Como miles Christi, es decir, 'soldado de Cristo', se convirtió en patrón de los caballeros y soldados, y en protector de algunas órdenes religiosas militares, como la Orden Teutónica (siglo xii) o los templarios. En los últimos siglos de la Edad Media, Jorge se convirtió en patrón de ciudades, burgos y casas nobles; también llegó a ser el primero de los catorce santos ayudadores como protector de los animales domésticos.

Hacia el siglo xii, la leyenda áurea se extendió por Europa. Santiago de la Vorágine (hacia 1230–13 de julio de 1298), arzobispo de Génova escribió la Legenda sanctorum, una colección de fábulas sobre distintos santos. La historia de san Jorge destacaba entre otras. El libro, por el valor que tenía a ojos de los lectores del siglo xiii, acabó conociéndose como Legenda aurea:


Georgius tribunus, genere Cappadocum, pervenit quadam vice in provinciam Libyae in civitatem quae dicitur Silena. Iuxta quam civitatem erat stagnum instar maris, in quo draco pestifer latitabat, qui saepe populum contra se armatum in fugam converterat flatuque suo ad muros civitatis accedens omnes inficiebat. Quapropter compulsi cives duas oves quotidie sibi dabant, ut eius furorem sedarent, alioquin sic muros civitatis invadebat et aerem inficiebat, quod plurimi interibant.

Cum ergo iam oves paene deficerent, maxime cum harum copiam habere non possent, initio consilio ovem cum adiuncto homine tribuebant. Cum igitur sorte omnium filii et filiae hominum darentur et sors neminem exciperet, et iam paene omnes filii et filiae essent consumpti, quadam vice filia regis unica sorte est deprehensa et draconi adiudicata. Tunc rex contristatus ait: «Tollite aurum et argentum et dimidium regni mei et filiam mihi dimittite, ne taliter moriatur». Cui populus cum furore respondit: «Tu, o rex, hoc edictum fecisti et nunc omnes pueri nostri mortui sunt et tu vis filiam tuam salvare! Nisi in filia tua compleveris, quod in aliis ordinasti, succendemus te et domum tuum». Quod rex videns coepit filiam suam flere dicens: «Heu me, filia mea dulcissima, quid de te faciam? Aut quid dicam? Quando plus videbo nuptias tuas?». Et conversus ad populum dixit: «Oro, ut indutias octo dierum lugendi mihi filiam tribuatis». Quod cum populus admisisset, in fine octo dierum reversus populus est cum furore dicens: «Quare perdis populum tuum propter filiam tuam! En omnes afflatu draconis morimur». Tunc rex videns, quod non posset filiam liberare, induit eam vestibus regalibus et amplexatus eam cum lacrimis dixit: «Heu me, filia mea dulcissima, de te filios in regali gremio nutrire credebam et nunc vadis, ut a dracone devoreris. Heu me, filia mea dulcissima, sperabam ad tuas nuptias principes invitare, palatium margaritis ornare, tympana et organa audire, et nunc vadis, ut a dracone devoreris». Et deosculans dimisit eam dicens: «Utinam, filia mea, ego ante te mortuus essem, quam te sic amisissem». Tunc illa procidit ad pedes patris petens ab eo benedictionem suam. Quam cum pater cum lacrimis benedixisset, ad lacum processit.

Quam beatus Georgius casu inde transiens ut plorantem vidit, eam, quid haberet, interrogavit. Et illa: «Bone iuvenis, velociter equum adscende et fuge, ne mecum pariter moriaris». Cui Georgius: «Noli timere, filia, sed dic mihi, quid hic praestolaris omni plebe spectante!». Et illa: «Ut video, bone iuvenis, magnifici cordis es tu, sed mecum mori desideras! Fuge velociter». Cui Georgius: «Hinc ego non discedam, donec mihi, quid habeas, intimabis». Cum ergo totum sibi exposuisset, ait Georgius: «Filia noli timere, quia in Christi nomine te iuvabo». Et illa: «Bone miles, sed te ipsum salvare festines, mecum non pereas. Sufficit enim, si sola peream. Nam me liberare non posses et tu mecum perires». Dum haec loquerentur, ecce draco veniens caput de lacu levavit. Tunc puella tremefacta dixit: «Fuge, bone domine, fuge velociter». Tunc Georgius equum ascendens et cruce se muniens draconem contra se advenientem audaciter aggreditur et lanceam fortiter vibrans et se Deo commendans ipsum graviter vulneravit et ad terram deiecit dixitque puellae: «Proice zonam tuam in collum draconis nihil dubitans, filia».

Quod cum fecisset, sequebatur eam velut mansuetissima canis. Cum ergo eum in civitatem duceret, populi hoc videntes per montes et colles fugere coeperunt dicentes: «Vae nobis, quia iam omnes peribimus!». Tunc beatus Georgius innuit iis dicens: «Nolite timere, ad hoc enim me misit Dominus ad vos, ut a poenis vos liberarem draconis. Tantummodo in Christum credite et unusquisque vestrum baptizetur et draconem istum occidam». Tunc rex et omnes populi baptizati sunt, beatus Georgius evaginato gladio draconem occidit et ipsum extra civitatem efferri praecepit. Tunc quattuor paria boum ipsum in magnum campum foras duxerunt. Baptizati autem sunt in illa die XX milia exceptis parvulis et mulieribus. Rex autem in honorem beatae Mariae et beati Georgi ecclesiam mirae magnitudinis construxit. De cuius altari fons vivus emanat, cuius potus omnes languidos sanat. Rex vero infinitam pecuniam beato Georgio obtulit, quam ille recipere nolens pauperibus eam dari praecepit. Tunc Georgius de quatuor regem breviter instruxit, scilicet ut ecclesiarum dei curam haberet, sacerdotes honoraret, divinum officium diligenter audiret et semper pauperum memor esset; et sic osculato rege inde recessit. In aliquibus tamen libris legitur quod dum draco ad devorandum puellam pergeret, Georgius se cruce muniuit et draconem aggrediens interfecit.
El tribuno Jorge, del linaje de los capadocios, en cierta ocasión llegó a la provincia de Libia, a una ciudad llamada Silena. Al lado de esta ciudad había un estanque parecido a un mar, en el que se ocultaba un dragón pestilente, que a menudo ponía en fuga al pueblo armado contra él y, acercándose a los muros de la ciudad, con su aliento los destruía a todos. Obligados por esta situación, los ciudadanos le entregaban dos ovejas cada día para calmar su furor; de otra manera, traspasaba los muros de la ciudad y corrompía el aire de tal manera que morían a miles.

Cuando, por tanto, ya casi faltaban ovejas, máxime no pudiendo tenerlas en abundancia, se proclamó una ordenanza según la cual tributarían una oveja con el añadido de un hombre. Cuando, pues, eran entregados a suertes los hijos e hijas de todos los hombres y la suerte no exceptuaba a nadie, y cuando ya casi todos los hijos e hijas habían sido tragados, en cierta ocasión, la única hija del rey fue elegida al azar y adjudicada al dragón. Entonces el rey, entristecido, dijo: «Tomad oro y plata y la mitad de mi reino y perdonadme la hija, para que no muera de tal manera». A lo que el pueblo respondió con furor: «¡Tú, rey, hiciste este edicto y ahora todos nuestros hijos están muertos y tú quieres salvar a tu hija! Y si no cumples con tu hija lo que ordenaste a los demás, te prenderemos fuego a ti y a tu casa». Viendo esto, el rey comenzó a llorar por su hija, diciendo: «Ay de mí, hija mía dulcísima, ¿qué haré contigo? ¿O qué diré? ¿Cuándo, además, veré tus bodas?». Y, girándose hacia el pueblo, dijo: «Ruego que me deis un tiempo de ocho días para llorar por mi hija». Habiendo admitido esto el pueblo, al cabo de los ocho días este volvió, diciendo con furor: «¿Por qué arruinar tu pueblo a causa de tu hija? ¡Mira cómo todos morimos por el aliento del dragón!». Entonces, el rey, viendo que no podía liberar a la hija, se vistió con ropas regias y, abrazándola, le dijo entre lágrimas: «Ay de mí, hija mía dulcísima, creía que nutrirías hijos en tu regazo real, y ahora te vas para ser devorada por el dragón. Ay de mí, hija mía dulcísima, esperaba invitar a los príncipes a tus bodas, adornar el palacio con perlas, oír timbales y órganos; y ahora te vas para que ser devorada por el dragón». Y dándole un beso la despidió, diciendo: «Ojalá, hija mía, me hubiera muerto antes que perderte así». Entonces ella se echó a los pies del padre pidiendo su bendición. Cuando el padre la bendijo entre lágrimas, fue hacia el lago.

Cuando San Jorge, que casualmente pasaba por allí, la vio llorando, le preguntó qué le pasaba. Y ella: «Buen joven, sube deprisa al caballo y huye, no mueras conmigo de la misma manera». A lo que contestó Jorge: «No temas, hija; mejor dime por qué estás aquí de pie con todo el populacho mirando». Y ella: «¡Como veo, buen joven, eres de un corazón magnífico, pero no deseas morir conmigo! Huye velozmente». A esta, Jorge: «De aquí yo no me iré hasta que no me cuentes qué te pasa». Como, en consecuencia, le expuso todo, Jorge dijo: «Hija, no temas, porque en el nombre de Cristo te ayudaré». Y ella: «Buen soldado, apresúrate a salvarte a ti mismo, no mueras conmigo; basta si muero yo sola, ya que no me podrías liberar y morirías tú conmigo». Mientras hablaban, he aquí que el dragón se acercaba, asomando la cabeza desde el lago. Entonces la joven, temblando de miedo, le dijo: «Huye, buen señor, huye de prisa». Entonces Jorge, subiéndose al caballo y protegiéndose con la señal de la Cruz, cargó audazmente contra el dragón, que venía de frente; y blandiendo fuertemente la lanza y encomendándose a Dios, lo hirió gravemente y lo tumbó en el suelo, y dijo a la joven: «Lanza tu cinto al cuello del dragón sin dudar, hija».

Ella así lo hizo, y el dragón la siguió como si fuera un perrito mansísimo. Entonces, cuando lo condujo a la ciudad, los habitantes, viéndolo, empezaron a huir por las montañas y las colinas diciendo: «Ay de nosotros, que ahora moriremos todos!». Entonces San Jorge les hizo un gesto con la cabeza, diciendo: «No tengáis miedo, ya que el Señor me ha enviado a vosotros para esto, para liberaros de los castigos del dragón. Sencillamente, creed en Cristo y bautizaos cada uno de vosotros y mataré a este dragón». Entonces el rey y todos los habitantes fueron bautizados, y San Jorge, desenvainada la espada, mató al dragón y ordenó que fuera llevado fuera de la ciudad. Entonces cuatro pares de bueyes lo llevaron fuera, a un gran campo. Por un lado, se bautizaron ese día veinte mil, exceptuados los pequeños y las mujeres. Por otro, el rey construyó una iglesia de un tamaño admirable en honor de Santa María y San Jorge. De su altar mana una fuente constante, y beber de esta fuente cura a todos los enfermos. Además, el rey ofreció un sinfín de dinero a San Jorge, quien, no queriendo recibirlo, mandó que se diera a los pobres. Entonces, Jorge instruyó al rey brevemente sobre los cuatro preceptos, es decir, que cuidara de las iglesias de Dios, que honrara a los sacerdotes, que escuchara con atención el oficio divino y que siempre se acordase de los pobres. Y así, después de darle un beso al rey, partió. Sin embargo, en algunos libros se lee que, mientras el dragón se acercaba a devorar a la joven, Jorge se protegió con la señal de la Cruz y, atacándolo, lo mató.7

ORACIÓN POR LOS ENFERMOS

 

Como Diócesis de Quilmes nos unimos a todas las personas  que se confían a nuestras oraciones. De una manera particular lo hacemos por los sacerdotes, diáconos y esposas de los diáconos de la diócesis:


Diácono Víctor De Martino de la parroquia San Francisco de Asís de Florencio Varela: Está internado en unidad coronaria por una insuficiencia cardíaca.


Mónica, esposa del diácono Elfio Geymonat de Nuestra Señora de Czestochowa de Ezpeleta: Internada en el Sanatorio Urquiza de Quilmes. Fue operada de vesícula, y ahora está en tratamiento por un tumor en el intestino.


Diácono Damián Silva de las parroquia Madre de Dios y San Juan El Precursor de Florencio Varela: Se recupera en su casa.

Antonia, esposa de Damián Silva: Sigue internada en el Sanatorio Modelo de Quilmes, recuperándose de una intervención quirúrgica.


Diácono Walter Herlman, de Nuestra Señora de Guadalupe de Florencio Varela: Continúa la recuperación en su casa.


Padre Adolfo González, de la parroquia Espíritu Santo de Bernal Oeste: Se recupera en casa de su familia.


Los obispos de Quilmes Carlos Tissera y Eduardo Redondo invitan a pedir la intercesión del Siervo de Dios Jorge Novak por estos hermanos y hermanas, y por todas las personas enfermas y en dificultad.


Se agradece la difusión de esta información.

Saludamos atentamente.


Secretaría de Comunicación

Diócesis de Quilmes

obisquil.org.ar

Evangelio del martes 23 de abril: Juan 10,22-30.

Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno,

y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón.

Los judíos lo rodearon y le preguntaron: "¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente".

Jesús les respondió: "Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí,

pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.

Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.

Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.

Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.

El Padre y yo somos una sola cosa". 

PALABRA DEL SEÑOR. 


Quienes son fieles a Jesús, escuchan su voz y entienden al Pastor. Quienes lo rechazan no pueden entender lo que dice. Tienen cerrada la escucha del corazón. Hoy nuestra humanidad necesita corazones abiertos, permeables a la voz de Jesús para poder vivir en la plena dignidad que se nos ha regalado: pertenecerle a Jesús. Quienes no lo entienden es porque no les interesa conocerlo. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

viernes, 19 de abril de 2024

Evangelio del viernes 19 de abril: Juan 6,52-59.



Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?".

Jesús les respondió: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes.

El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.

Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.

El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.

Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente".

Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún.
PALABRA DEL SEÑOR.

"Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.

Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente".

Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún." Hacernos uno con Jesús. Ese es el fin de nuestras vidas. Eso significa vivir como resucitados. Una comunión tan fuerte con el Maestro que seamos uno con Él. Este es el camino de la conversión: volver a alimentarnos con el Evangelio cotidianamente y hacerlo vida en nosotros. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.

 Abrazo y bendición!

miércoles, 17 de abril de 2024

Domingo del Buen Pastor y Jornada Mundial de Oración por las vocaciones

 El próximo 21 de abril, 4° Domingo de Pascua o Domingo del Buen Pastor, se celebra la 61° Jornada Mundial de Oración por las vocaciones, que este año estará animada por el lema «Llamados a sembrar la esperanza y a construir la paz».

La Pastoral Vocacional de la Diócesis de Quilmes y el Seminario Diocesano María Reina de los Apóstoles invitan a toda la comunidad diocesana a unirse en la oración y ofrecen distintos materiales y propuestas para vivir esta Jornada:

Desde la Pastoral Vocacional se comparte el guión litúrgico para las celebraciones de este domingo, y el mensaje del Papa Francisco.

Además, en conjunto con la Pastoral de Juventud se invita a la primera "Misa Joven" del año, que se celebrará el domingo 21 de abril a las 19 h en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús (Sáenz Peña 1439, Quilmes).


Desde el Seminario Diocesano se invita a rezar "por cada uno de los seminaristas que se encuentran en este año en la formación: Axel, Ezequiel, Fernando, Joaquín, Roberto, Sergio e Ysmael". También se recuerda que "la colecta de este fin de semana se destinará para el sostenimiento del seminario diocesano".

Para más información y para seguir todas las acciones que llevan adelante la Pastoral Vocacional y el Seminario Diocesano se convoca a seguir sus redes sociales. 

Pastoral Vocacional: Facebook.com/pastoral.vocacional.quilmes / Instagram.com/vocacion.quilmes

Seminario Diocesano: Facebook.com/seminariodequilmes / Instagram.com/seminariodequilmes


Guión litúrgico del 4° Domingo de Pascua, Domingo del Buen Pastor en https://obisquil.org.ar/wp-content/uploads/2024/04/guion-vocaciones-2024-quilmes.pdf


Mensaje del Papa Francisco para la 61° Jornada Mundial de Oración por las vocaciones en https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/vocations/documents/20240421-messaggio-61-gm-vocazioni.html


Se agradece la difusión de esta información.


Saludo muy atentamente.


Lucas.-

Evangelio del miércoles 17 de abril: Juan 6,35-40.


Jesús dijo a la gente: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.

Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen.

Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré,

porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.

La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día.

Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día". 

PALABRA DEL SEÑOR.


De acuerdo a este pasaje del Evangelio , nos jugamos la eternidad en creerle a Jesús y estar en comunión con Él, viviendo acorde a la voluntad del Padre que quiere que todos nos salvemos haciendo vida la verdad de Jesús en nuestras vidas. La cuestión es si creemos o no en la seriedad de la vida eterna. Si creemos o no en estas palabras. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

Card. Rossi: 'La alegría debería ser el estado habitual del cristiano'

El arzobispo de Córdoba planteó que el desafío como cristianos es "anunciar con nuestra vida que el Señor está vivo" y sugirió: "El gozo del anunciador será el elemento que de credibilidad al mensaje"


Desde la capilla Nuestra Señora del Valle el arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, presidió la misa dominical y planteó que el desafío como cristianos es “anunciar con nuestra vida que el Señor está vivo”.


“Ese anuncio del Evangelio debe ser dado en la alegría”, explicó, porque el gozo del anunciador será el elemento que seduce, que interpela, que le da credibilidad al mensaje y que provoque en el que escucha la convicción de que este anuncio es realmente buena noticia.

Reflexionando sobre el pasaje evangélico, animó a preguntarse “cuáles son mis fantasmas que a veces no permiten reconocer al Señor” y animó a “todo esto ponerlo en las manos llagadas del Señor”.

“Cristo resucitado representa la derrota del miedo, el Señor resucitado que entra en nuestro presente, exorcista los fantasmas inquietantes del pasado y nos abre a un futuro distinto, nos anima a gozar y a dar gozo”, expresó e invitó a “construir en nuestro corazón una historia nueva”.

En ese sentido, sostuvo que “la resurrección interrumpe una historia repetitiva e inaugura una nueva creación, transfigura nuestra vida cotidiana”. Por eso, llamó a celebrar los gestos cotidianos, leer los acontecimientos como paso de Dios y ser testigos del amor: “lo nuestro tiene que ser una respuesta agradecida”.


“No hay nada más exigente en la vida de un cristiano que el agradecimiento, es mucho más exigente que el cumplimiento de la ley, es mucho más exigente que el miedo”, consideró, y añadió: “El agradecimiento hace de nosotros hombres y mujeres que encarnan el amor en gestos reales, que nos hace misericordiosos con los demás y exigentes con nosotros mismos, un amor que agranda el corazón, que lo hace magnánimo”.

Al respecto, animó a “salir corriendo de todo lo que es sepulcro, de todo lo que es muerte” y preguntarse “¿mi camino personal va en dirección al encuentro con Jesús resucitado o a veces prefiere la parálisis, el encerrarme, la defensa?”.

“La alegría es lo más propio del cristiano”, reiteró, y planteó: “Este es el desafío: el saber que el gozo es tan importante y más que el dolor para un cristiano; el gozo y la alegría de la resurrección deberían ser el estado habitual del cristiano”.

“Alégrense, este es el gran imperativo de este tiempo, esta es la gracia de los encuentros con el Señor. El gran mensaje del Señor en la resurrección es la alegría”, reiteró, y sugirió que “el gozo para el cristiano es necesidad, es obligación, es parte esencial del anuncio porque es testimonial”.

Al explicar que “el Señor a mí también me anda buscando, el Señor conmigo también quiere encontrarse”, invitó a pedirle especialmente a la Virgen, que también supo de mucho dolor, pero que también nadie gozó más que ella de la resurrección, “que nos ayude a ese encuentro con el Señor, que cuando nos venga a buscar no nos escapemos, que cuando nos ofrezca la alegría no nos quedemos empacados en tristezas”.+

Fuente: Aica.org

INVITACIONES PARA JÓVENES


La Pastoral Vocacional de la Diócesis de Quilmes acerca distintas invitaciones para jóvenes, para que, como les dice el Papa Francisco  "déjense fascinar por Jesús", y "denle cabida y encontraran la felicidad en su seguimiento":

- Misa Joven: se celebrará el domingo 21 de abril a las 19.00 h en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús (Sánez Peña 1439, Quilmes). Será un espacio destinado para jóvenes, donde celebrarán con Jesús, y abierto a la comunidad.



- Viernes Joven: se realizará el viernes 26 de abril y se replicará los últimos viernes de mayo, junio, julio, agosto, septiembre y octubre a partir de las 19.30 h en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Av. Calchaquí 4949, Quilmes Oeste). Se trata de un encuentro de oración pensado para los jóvenes, con invitación a la cena.



Los decanatos de Berazategui y Quilmes Oeste II también invitan a celebrar el Viernes Joven los segundos viernes de cada mes, a partir del 12 de abril. Estos espacios tendrán lugar en la parroquia Sagrada Familia (Calle 148 Nº 1351, Berazategui) a las 19.30, y en la parroquia Jesús el Buen Pastor (Calle 856 N° 2218 E/ 893 y 894, San Francisco Solano) a las 19.00 h



Para más información: Instagram.com/vocacion.quilmes y Facebook.com/pastoral.vocacional.quilmes

Agradecemos la difusión de esta información.

Saludamos muy atentamente.

Secretaría de Comunicación

Diócesis de Quilmes

obisquil.org.ar

Oración por Medio Oriente

 

En sintonía con la Conferencia Episcopal Argentina la Diócesis de Quilmes se une al pedido de oración del Papa Francisco por la paz en Medio Oriente. Como nos comparte el Papa Francisco: “¡Basta con los ataques, basta con la violencia, que haya diálogo y paz!".

Agracemos la difusión de esta información

Saludamos atentamente.


Secretaría de Comunicación

Diócesis de Quilmes

obisquil.org.ar