Jesús dijo a la gente: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.
Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen.
Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré,
porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.
La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día.
Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día".
PALABRA DEL SEÑOR.
De acuerdo a este pasaje del Evangelio , nos jugamos la eternidad en creerle a Jesús y estar en comunión con Él, viviendo acorde a la voluntad del Padre que quiere que todos nos salvemos haciendo vida la verdad de Jesús en nuestras vidas. La cuestión es si creemos o no en la seriedad de la vida eterna. Si creemos o no en estas palabras. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.
Abrazo y bendición!
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