martes, 31 de enero de 2023

Evangelio del martes 31 de enero: Marcos 5,21-43.(SAN JUAN BOSCO)

Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar.

Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies,

rogándole con insistencia: "Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se cure y viva".

Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados.

Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias.

Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor.

Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto,

porque pensaba: "Con sólo tocar su manto quedaré curada".

Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba curada de su mal.

Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: "¿Quién tocó mi manto?".

Sus discípulos le dijeron: "¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?".

Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido.

Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad.

Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad".

Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: "Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?".

Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que creas".

Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago,

fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba.

Al entrar, les dijo: "¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme".

Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba.

La tomó de la mano y le dijo: "Talitá kum", que significa: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate".

En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro,

y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que le dieran de comer.

PALABRA DEL SEÑOR.



En diciembre de 1859, Don Bosco y sus veintidós compañeros decidieron finalmente organizar la congregación, cuyas reglas habían sido aprobadas por Pío IX. Pero la aprobación definitiva no llegó sino hasta quince años después, junto con el permiso de ordenación para los candidatos del momento. La nueva congregación creció rápidamente: en 1863 había treinta y nueve salesianos; y a la muerte del fundador, eran ya 768. Don Bosco realizó uno de sus sueños al enviar sus primeros misioneros a la Patagonia. Poco a poco, los Salesianos se extendieron por toda la América del Sur. Cuando san Juan Bosco murió, la congregación tenía veintiséis casas en el Nuevo Mundo y treinta y ocho en Europa. Las instituciones salesianas en la actualidad comprenden escuelas de primera y segunda enseñanza, seminarios, escuelas para adultos, escuelas técnicas y de agricultura, talleres de imprenta y librería, hospitales, etc. sin omitir las misiones extranjeras y el trabajo pastoral.


El siguiente paso de Don Bosco fue la fundación de una congregación femenina, encargada de hacer por las niñas lo que los Salesianos hacían por los niños. La congregación quedó inaugurada en 1872, con la toma de hábito de veintisiete jóvenes a las que el santo llamó Hijas de Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos. La nueva comunidad se desarrolló casi tan rápidamente como la anterior y emprendió, además de otras actividades, la creación de escuelas de primera enseñanza en Italia, Brasil, Argentina y otros países. Para completar su obra, Don Bosco organizó a sus numerosos colaboradores del exterior en una especie de tercera orden, a la que dio el título de Colaboradores Salesianos. Se trataba de hombres y mujeres de todas las clases sociales, que se obligaban a ayudar en alguna forma a los educadores salesianos.


El sueño o visión que tuvo Don Bosco en su juventud marcó toda su actividad posterior con los niños. Todo el mundo sabe que para trabajar con los niños, hay que amarlos; pero lo importante es que ese amor se manifieste en forma comprensible para ellos. Ahora bien, en el caso de Don Bosco, el amor era evidente, y fue ese amor el que le ayudó a formar sus ideas sobre el castigo, en una época en que nadie ponía en tela de juicio las más burdas supersticiones acerca de ese punto. Los métodos de Don Bosco consistían en desarrollar el sentido de responsabilidad, en suprimir las ocasiones de desobediencia, en saber apreciar los esfuerzos de los chicos, y en una gran amistad. En 1877 escribía: «No recuerdo haber empleado nunca un castigo propiamente dicho. Por la gracia de Dios, siempre he podido conseguir que los niños observen no sólo las reglas, sino aun mis menores deseos». Pero a esta cualidad se unía la perfecta conciencia del daño que puede hacer a los niños un amor demasiado indulgente, y así lo repetía constantemente Don Bosco a los padres. Una de las imágenes más agradables que suscita el nombre de Don Bosco es la de sus excursiones domingueras al bosque, con una parvada de rapazuelos. El santo celebraba la misa en alguna iglesita de pueblo, comía y jugaba con los chicos en el campo, les daba una clase de catecismo, y todo terminaba al atardecer, con el canto de las vísperas, pues Don Bosco creía firmemente en los benéficos efectos de la buena música.


El relato de la vida de Don Bosco quedaría trunco, si no hiciéramos mención de su obra de constructor de iglesias. La primera que erigió era pequeña y resultó pronto insuficiente para la congregación. El santo emprendió entonces la construcción de otra mucho más grande, que quedó terminada en 1868. A ésta siguió una gran basílica en uno de los barrios pobres de Turín, consagrada a San Juan Evangelista. El esfuerzo para reunir los fondos necesarios había sido inmenso; al terminar la basílica, el santo no tenía un céntimo y estaba muy fatigado, pero su trabajo no había acabado todavía. Durante los últimos años del pontificado de Pío IX, se había creado el proyecto de construir una iglesia del Sagrado Corazón en Roma, y el Papa había dado el dinero necesario para comprar el terreno. El sucesor de Pío IX se interesaba en la obra tanto como su predecesor, pero parecía imposible reunir los fondos para la construcción. «Es una pena que no podamos avanzar -dijo el papa al terminar un consistorio-; la gloria de Dios, el honor de la Santa Sede y el bien espiritual de muchos fieles están comprometidos en la empresa. Y no veo cómo podríamos llevarla adelante».

-Yo puedo sugerir una manera de hacerlo -dijo el cardenal Alimonda.

-¿Cuál? -preguntó el papa.

-Confiar el asunto a Don Bosco.

-¿Y Don Bosco estaría dispuesto a aceptar?

-Yo le conozco bien -replicó el cardenal-; la simple manifestación del deseo de Vuestra Santidad será una orden para él.


La tarea fue propuesta a Don Bosco, quien la aceptó al punto. Cuando ya no pudo obtener más fondos en Italia, se trasladó a Francia, el país en que había nacido la devoción al Sagrado Corazón. Las gentes le aclamaban en todas partes por su santidad y sus milagros y el dinero le llovía. El porvenir de la construcción de la nueva iglesia estaba ya asegurado; pero cuando se aproximaba la fecha de la consagración, Don Bosco repetía que, si se retardaba demasiado, no estaría en vida para asistir a ella. La consagración de la iglesia tuvo lugar el 14 de mayo de 1887, y san Juan Bosco celebró allí la misa poco después. Pero sus días tocaban a su fin. Dos años antes, los médicos habían declarado que el santo estaba completamente agotado y que la única solución era el descanso; pero el reposo era desconocido para Don Bosco. A fines de 1887, sus fuerzas empezaron a decaer rápidamente; la muerte sobrevino el 31 de enero de 1888, cuando apenas comenzaba el día, de suerte que algunos autores escriben, sin razón, que Don Bosco murió al día siguiente de la fiesta de San Francisco de Sales (que en aquel momento se celebraba el 29 de enero). Cuarenta mil personas desfilaron ante su cadáver en la iglesia, y sus funerales fueron una especie de marcha triunfal, porque toda la ciudad de Turín salió a la calle a honrar a Don Bosco por última vez. Su canonización tuvo lugar en 1934.


Abrazo y bendición!


lunes, 30 de enero de 2023

Evangelio del lunes 30 de enero: Marcos 5,1-20.

Llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos.

Apenas Jesús desembarcó, le salió al encuentro desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu impuro.

El habitaba en los sepulcros, y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas.

Muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarlo.

Día y noche, vagaba entre los sepulcros y por la montaña, dando alaridos e hiriéndose con piedras.

Al ver de lejos a Jesús, vino corriendo a postrarse ante él,

gritando con fuerza: "¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me atormentes!".

Porque Jesús le había dicho: "¡Sal de este hombre, espíritu impuro!".

Después le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?". El respondió: "Mi nombre es Legión, porque somos muchos".

Y le rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella región.

Había allí una gran piara de cerdos que estaba paciendo en la montaña.

Los espíritus impuros suplicaron a Jesús: "Envíanos a los cerdos, para que entremos en ellos".

El se lo permitió. Entonces los espíritus impuros salieron de aquel hombre, entraron en los cerdos, y desde lo alto del acantilado, toda la piara -unos dos mil animales- se precipitó al mar y se ahogó.

Los cuidadores huyeron y difundieron la noticia en la ciudad y en los poblados. La gente fue a ver qué había sucedido.

Cuando llegaron adonde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en su sano juicio, al que había estado poseído por aquella Legión, y se llenaron de temor.

Los testigos del hecho les contaron lo que había sucedido con el endemoniado y con los cerdos.

Entonces empezaron a pedir a Jesús que se alejara de su territorio.

En el momento de embarcarse, el hombre que había estado endemoniado le pidió que lo dejara quedarse con él.

Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a tu casa con tu familia, y anúnciales todo lo que el Señor hizo contigo al compadecerse de ti".

El hombre se fue y comenzó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho por él, y todos quedaban admirados. 

PALABRA DEL SEÑOR.



San Carlos de Foucauld (1858-1916)

ermitaño y misionero en el Sahara


Meditación sobre los evangelios, n°194

«Cuando Jesús subió a la barca, el poseído le suplicó poder seguirle, pero no lo consintió»

        La verdadera, la única perfección,  no es llevar tal o tal género de vida, es hacer la voluntad de Dios; es llevar el género de vida que Dios quiere, donde quiere, y de llevarlo como él mismo lo habría llevado.

        Cuando nos deja la elección a nosotros mismos, entonces sí, procuremos seguirlo paso a paso, lo más exactamente posible, compartir su vida tal como fue, como lo hicieron sus apóstoles durante su vida y después de su muerte: el amor nos empuja a esta imitación. Si Dios nos deja esta elección, esta libertad, precisamente es porque quiere que despleguemos nuestras velas al viento del amor puro y que, empujados por él, " corramos tras el olor de sus perfumes" (Ct 1,4 LXX) en un exacto seguimiento, como san Pedro y san Pablo...

        Y si un día Dios quiere apartarnos,  por un tiempo o para siempre, de este camino, por muy bello y muy perfecto que sea, no nos turbemos ni nos asombremos. Sus intenciones son impenetrables: él puede hacer por nosotros, en medio o al fin de la carrera, lo que hizo por el Geraseno al principio. Obedezcamos, hagamos su voluntad..., vayamos donde quiera, llevemos el género de vida que su voluntad nos designe. Acerquémonos siempre  a él con todas nuestras fuerzas y estemos en todos los estados, en todas las condiciones, como él mismo habría estado allí,  como él se habría comportado allí, si la voluntad de su Padre le hubiera puesto allí, como nos pone allí.


Abrazo y bendición!

viernes, 27 de enero de 2023

"LA TAZA DE CAFÉ" ☕️📖🙏🏽

Este pensamiento, lo comparto porque es demasiado bueno para no hacerlo!!!





Vas caminando con tu taza de café y de repente alguien pasa, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes.☕

- ¿Por qué se te derramó el café?

- Porque alguien me empujó.

Respuesta equivocada.

Derramaste el café porque eso tenías en la taza, si hubiera sido té... hubieras derramado té.

Lo que tengas en la taza es lo que se va a derramar. 

Igual pasa cuando la vida te sacude (que seguro pasará)

Lo que sea que tengas dentro de ti , eso vas a derramar, de lo que vas lleno es lo que saldrá de ti y salpicara a todos. 🫗

Puedes ir por la vida fingiendo que tu taza está llena de virtudes... pero cuando la vida te empuje, vas a derramar lo que en realidad tengas en tu interior. 

Eventualmente sale la verdad a la luz, así que habrá que preguntarse a uno mismo: ¿qué hay en mi taza? 

Cuando la vida  te empuje... ¿Qué voy a derramar? Amor, gozo, paz, humildad, paciencia, Fe, templanza o amargura, maldiciones, malos pensamientos, miedos, ¿palabras duras?

Trabaja para llenar tu taza con gratitud, generosidad, amor, cosas buenas. 

Porque de lo que está llena tu taza... eso saldrá cuando la vida te sacuda.

Evangelio del viernes 27 de enero: Marcos 4,26-34.

Y decía: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.
La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga.
Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha".
También decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo?
Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra".
Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender.
No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.

PALABRA DEL SEÑOR.



Es el camino de la gracia. Dios hace crecer sin que uno perciba el proceso. No depende de nosotr@s. Es dejarse llevar por el suave viento del Espíritu. No se trata de voluntarismo el seguir a Jesús; es un regalo de Dios que nos va guiando con discreción para no forzar la posibilidad nuestra. De repente nos cae la ficha alguna vez en la vida y nos encontramos con la LUZ. La obra es de Dios y siempre para nuestra mejor vida. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.

Abrazo y bendición!

miércoles, 25 de enero de 2023

 Evangelio del miércoles 25 de enero (Conversión de SAN PABLO):<Marcos 16,15-18.


Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación."

El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.

Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas;

podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán". 

PALABRA DEL SEÑOR 


Libro de los Hechos de los Apóstoles 22,3-16.

"Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero me he criado en esta ciudad y he sido iniciado a los pies de Gamaliel en la estricta observancia de la Ley de nuestros padres. Estaba lleno de celo por Dios, como ustedes lo están ahora.

Perseguí a muerte a los que seguían este Camino, llevando encadenados a la prisión a hombres y mujeres;

el Sumo Sacerdote y el Consejo de los ancianos son testigos de esto. Ellos mismos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y yo me dirigí allá con el propósito de traer encadenados a Jerusalén a los que encontrara en esa ciudad, para que fueran castigados.

En el camino y al acercarme a Damasco, hacia el mediodía, una intensa luz que venía del cielo brilló de pronto a mi alrededor.

Caí en tierra y oí una voz que me decía: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?'.

Le respondí: '¿Quién eres, Señor?', y la voz me dijo: 'Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues'.

Los que me acompañaban vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba.

Yo le pregunté: '¿Qué debo hacer, Señor?'. El Señor me dijo: 'Levántate y ve a Damasco donde se te dirá lo que debes hacer'.

Pero como yo no podía ver, a causa del resplandor de esa luz, los que me acompañaban me llevaron de la mano hasta Damasco.

Un hombre llamado Ananías, fiel cumplidor de la Ley, que gozaba de gran prestigio entre los judíos del lugar,

vino a verme y, acercándose a mí, me dijo: 'Hermano Saulo, recobra la vista'. Y en ese mismo instante, pude verlo.

El siguió diciendo: 'El Dios de nuestros padres te ha destinado para conocer su voluntad, para ver al Justo y escuchar su Palabra,

porque tú darás testimonio ante todos los hombres de lo que has visto y oído.

Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y purifícate de tus pecados, invocando su Nombre'.


Abrazo y bendición!

Salud del Diácono permanente Silvio Rodríguez


La Diócesis de Quilmes sigue unida en oración por la salud de los enfermos y, en especial, por el diácono permanente Silvio Rodríguez, de la parroquia Nuestra Señora de la Paz de Florencio Varela, que continúa internado en la terapia intensiva en la clínica Ranelagh por una descompensación.

Si bien Silvio ya no presenta fiebre, su estado es delicado.

Pedimos al Siervo de Dios Jorge Novak por Silvio, y por todas las personas enfermas.

martes, 24 de enero de 2023

Pescadores

De la oración de hoy, haciendo memoria de San Andrés y aquellos primeros apóstoles. 



Pescadores

Pescaremos alguna que otra decepción,
unos cuantos berrinches y muchas noches en vela.
Pescaremos un constipado, de noche,
y una insolación, de día.
En la red recogeremos lágrimas vertidas,
vestigio de tantos sueños rotos.
Se nos enredará la pesca
con restos de algún naufragio.

Y aun así, seguiremos.
Nadie dijo que fuera fácil,
pero merece la pena el esfuerzo,
porque en la labor diaria
también nos haremos con pesca abundante
que ha de llenar muchos estómagos.
Alzaremos la red cargada de preguntas
que indican que estamos muy vivos.
Volcaremos la carga en la cubierta de los días,
y descubriremos, en ella,
anhelos, sueños, risas, memorias, proyectos.
Somos pescadores de hombres,
exploradores de fronteras,
aventureros de evangelio,
compañeros de fatigas alrededor de una mesa.
Y amigos del Amigo que nos convoca
para reponer las fuerzas,
y nos envía, de nuevo, a la brega.

(José María Rodríguez Olaizola)

San Francisco de Sales



San Francisco nació en el castillo de Sales, en Saboya, el 21 de agosto de 1567. Fue bautizado al día a siguiente en la Iglesia de Thorens, con el nombre de Francisco Buenaventura.

De niño Francisco fue muy delicado de salud ya que nació prematuro; pero gracias al cuidado que recibía, se pudo recuperar y fortalecerse con los años. La madre de Francisco fue Francisca de Boisy una mujer sumamente amable y profundamente piadosa.

San Francisco fue beatificado por el Papa Alejandro VII en el 1661, y el mismo Papa lo canonizó en el 1665, a los 43 años de su muerte.

En el 1878 el Papa Pío IX, considerando que los tres libros famosos del santo: "Las controversias"(contra los protestantes); La Introducción a la Vida Devota" (o Filotea) y El Tratado del Amor de Dios (o Teótimo), tanto como la colección de sus sermones, son verdaderos tesoros de sabiduría, declaró a San Francisco de Sales "Doctor de la Iglesia", siendo llamado "El Doctor de la amabilidad".



  • Su niñez
Francisco se divertía jugando en el Castillo. Le gustaba ir al Templo y rezar mirando hacia el altar y también era muy dado a ayudar a los pobres. Sin duda había recibido del Espíritu Santo el don de la Magnificencia, que consiste en un gusto especial por dar, y dar con gran generosidad.

Su madre le enseñaba el catecismo y le narraba bellos ejemplos religiosos. Y cuando el pequeño Francisco se encontraba con otros niños por el camino o en el prado, les repetía las enseñanzas y narraciones que había escuchado de labios de su mamá. Se estaba entrenando para lo que sería su más preciado trabajo: enseñar catecismo.

Su padre, Don Francisco, tenía temor de que su hijo fuera a crecer flojo de voluntad porque la mamá lo quería muchísimo y podía hacerlo crecer algo consentido y mimado.

Entonces le consiguió de profesor a un sacerdote muy rígido y muy exigente, el Padre Deage. Este será su preceptor durante toda su vida de estudiante. Era un hombre perfeccionista en sus exigencias. Este preceptor lo ayudará mucho en su formación pero le hará pasar muchos ratos amargos, por exigirle demasiado. Francisco no protestará nunca y en cambio le sabrá agradecer siempre, pero para su comportamiento futuro tomará la resolución de exigir menos detalles importunos y hacer más amables a quienes él tenga que dirigir.

A los 8 años entró en el Colegio de Annecy, y a los 10 años hizo su Primera Comunión junto con la Confirmación. Desde ese día se propuso no dejar pasar un día sin visitar a Jesús Sacramentado en el Templo o en la Capilla del colegio.




  • Francisco, estudiante
Un gran deseo de consagrarse a Dios consumía al joven, que había cifrado en ello la realización de su ideal; pero su padre (que al casarse había tomado el nombre de Boisy) tenía destinado a su primogénito a una carrera secular, sin preocuparse de sus inclinaciones. A los 14 años, Francisco fue a estudiar a la Universidad de París que, con sus 54 colegios, era uno de los más grandes centros de enseñanza de la época.

Su padre le había enviado al colegio de Navarra, a donde iban los hijos de las familias de Saboya; pero Francisco, que temía por su vocación, consiguió que consintiera en dejarle ir al Colegio de Clermont, dirigido por los jesuitas y conocido por la piedad y el amor a la ciencia que reinaban en él.

Desde el principio, guiado, por su director, el Padre Déage, se trazó un programa de acción: Cada semana confesarse y comulgar. Cada día atender muy bien a las clases y preparar las tareas y lecciones para el día siguiente. Dos horas diarias de ejercicios de equitación, de esgrima, de baile.

Pronto se distinguió en retórica y en filosofía; después se entregó apasionadamente al estudio de la teología. Cada día estaba más decidido a consagrarse a Dios y acabó por hacer voto de castidad perpetua, poniéndose bajo la protección de la Santísima Virgen. Pero no por ello faltaron las pruebas.

Vivir en gracia de Dios en aquellos ambientes no era nada fácil. Sin embargo, Francisco supo alejarse de toda ocasión peligrosa y de toda amistad que pudiera llevarle a ofender a Dios y logró conservar así el alma incontaminada y admirablemente pura. Francisco tenía 18 años.

Su carácter era muy inclinado a la ira, y muchas veces la sangre se le subía a la cara ante ciertas burlas y humillaciones, pero lograba contenerse de tal manera que muchos llegaban hasta imaginarse que a Francisco nunca le daba mal genio por nada. Pero entonces el enemigo del alma, al ver que con las pasiones más comunes no lograba derrotarlo, dispuso atacarlo por un nuevo medio más peligroso y desconocido.

Empezó a sentir en su cerebro el pensamiento constante y fastidioso de que se iba a condenar, que se tenía que ir al infierno para siempre. La herejía de la Predestinación, que predicaba Calvino y que él había leído, se le clavaba cada vez más en su mente y no lograba apartarla de allí. Perdió el apetito y ya no dormía. Estaba tan impresionantemente flaco y temía hasta enloquecer. Lo que más le atemorizaba no eran los demás sufrimientos del infierno, sino que allá no podría amar a Dios.

Pero el remedio definitivo, que le consiguió que esta tentación jamás volviese a molestarle fue al entrar a la Iglesia de San Esteban en París, y arrodillarse ante una imagen de la Santísima Virgen y rezarle la famosa oración de San Bernardo:

"Acuérdate Oh piadosísima Virgen María, que jamás oyó decir que hayas abandonado a ninguno de cuantos han acudido a tu amparo, implorando tu protección y reclamando tu auxilio. Animado con esta confianza, también yo acudo a ti, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu soberana presencia. No desprecies mis súplicas, Madre del Verbo Divino, antes bien, óyelas y acógelas benignamente. Amén".

En el 1588, partió para la ciudad italiana de Padua; su padre le había dado la orden de estudiar abogacía, doctorarse en derecho. Estudiaba derecho durante cuatro horas diarias para poder llegar a ser abogado. Otras cuatro horas estudiaba Teología, la ciencia de Dios, porque tenía un gran deseo: llegar a ser sacerdote.

Durante su estadía en Padua, dice el mismo Francisco, que lo que más le ayudó fue la amistad y dirección espiritual de ciertos sacerdotes jesuitas muy sabios y muy santos.

A los 24 años obtuvo el doctorado en leyes, y fue a reunirse con su familia en el castillo de Thuille, a orillas del lago de Annecy. Ahí llevó durante 18 meses, por lo menos en apariencia, la vida ordinaria de un joven de la nobleza. El padre de Francisco tenía gran deseo de que su hijo se casara cuanto antes y había escogido para él a una encantadora muchacha, heredera de una de las familias del lugar. Sin embargo, el trato cortés, pero distante, de Francisco hicieron pronto comprender a la joven que este no estaba dispuesto a secundar los deseos de su padre.

El santo declinó, por la misma razón, la dignidad de miembro del senado que le había sido propuesta, a pesar de su juventud.

Hasta entonces Francisco sólo había confiado a su madre y a su primo Luis de Sales y a algunos amigos íntimos, su deseo de consagrarse al servicio de Dios. Pero había llegado el momento de hablar de ello con su padre. El Señor de Boisy lamentaba que su hijo se negara a aceptar el puesto en el senado y que no hubiese querido casarse, pero ello no le había hecho sospechar, ni por un momento, que Francisco pensara en hacerse sacerdote.

Después de mucha lucha pero con el consentimiento de su padre Francisco se ordenó sacerdote el 18 de diciembre de 1593. A partir de ese momento, se entregó al cumplimiento de sus nuevos deberes con un celo que nunca decayó. Ejercitaba los ministerios sacerdotales entre los pobres, con especial cariño; sus penitentes predilectos eran los de cuna humilde.




  • Los Calvinistas
Las condiciones religiosas de los habitantes del Chablais, en la costa sur del lago de Ginebra, eran deplorables debido a los constantes ataques de los ejércitos protestantes, y el duque de Saboya rogó al Obispo Claudio de Granier que mandase algunos misioneros a evangelizar de nuevo la región. El Obispo envió a un sacerdote de Thonon, capital del Chablais; pero sus intentos fracasaron. El enviado tuvo que retirarse muy pronto. Entonces el Obispo presentó el asunto a la consideración de su capítulo, sin ocultar sus dificultades y peligros. De todos los presentes, Francisco fue quien mejor comprendió la gravedad del problema, y se ofreció a desempeñar ese duro trabajo.

Francisco tuvo que emprender el viaje, sin la bendición de su padre quien consideraba esto una locura, el 14 de septiembre de 1594, día de La Santa Cruz. Partió a pie, acompañado solamente por su primo, el canónigo Luis de Sales, a la reconquista del Chablais.

El gobernador de la provincia se había hecho fuerte con un piquete de soldados en el castillo de Allinges, donde los dos misioneros se las ingeniaron para pasar las noches a fin de evitar sorpresas desagradables. En Thonon quedaban apenas unos 20 católicos, a quienes el miedo impedía profesar abiertamente sus creencias. Francisco entró en contacto con ellos y los exhortó a perseverar valientemente. Los misioneros predicaban todos los días en Thonon, y poco a poco, fueron extendiendo sus fuerzas a las regiones circundantes.

El camino al castillo de Allinges, que estaban obligados a recorrer, ofrecía muchas dificultades y, particularmente en invierno, resultaba peligroso. Una noche, Francisco fue atacado por los lobos y tuvo que trepar a un árbol y permanecer ahí en vela para escapar con vida. A la mañana siguiente, unos campesinos le encontraron en tan lastimoso estado que, de no haberle transportado a su casa para darle de comer y hacerle entrar en calor, el santo habría muerto seguramente. Los buenos campesinos eran calvinistas. Francisco les dio las gracias en términos tan llenos de caridad, que se hizo amigo de ellos y muy pronto los convirtió al catolicismo.

San Francisco hacía todos los intentos para tocar los corazones y las mentes del pueblo. Con ese objeto, empezó a escribir una serie de panfletos en los que exponía la doctrina de la Iglesia y refutaba la de los calvinistas. Aquellos escritos, redactados en plena batalla, que el santo hacía copiar a mano por los fieles, para distribuirlos, formarían más tarde el volumen de las "controversias". Los originales se conservan todavía en el convento de la Visitación de Annecy. Aquí empezó la carrera de escritor de San Francisco de Sales, que a este trabajo añadía el cuidado espiritual de los soldados de la guarnición del castillo de Allinges, que eran católicos de nombre y formaban una tropa ignorante y disoluta.

Poco a poco el auditorio de sus sermones en Thonon fue más numeroso, al tiempo que los panfletos hacían efecto en el pueblo. Por otra parte, aquellas gentes sencillas admiraban la paciencia del santo en las dificultades y persecuciones, y le otorgaban sus simpatías. El número de conversiones empezó a aumentar y llegó a formarse una corriente continua de apostatas que volvían a reconciliarse con la Iglesia.

Cuando el Obispo Granier fue a visitar la misión, 3 o 4 años más tarde, los frutos de la abnegación y celo de San Francisco de Sales eran visibles.

Francisco de Sales, Obispo:

Monseñor de Granier, quien siempre había visto en Francisco un posible coadjutor y sucesor, pensó que había llegado el momento de poner en obra sus proyectos. El santo se negó a aceptar, al principio, pero finalmente se rindió a las súplicas de su Obispo, sometiéndose a lo que consideraba como una manifestación de la voluntad de Dios. Al poco tiempo, le atacó una grave enfermedad que lo puso entre la vida y la muerte. Al restablecerse fue a Roma, donde el Papa Clemente VIII, que había oído muchas alabanzas sobre la virtud y las cualidades del joven sacerdote decano, pidió que se sometiese a un examen en su presencia. El día señalado se reunieron muchos teólogos y sabios.

El mismo Sumo Pontífice, así como Baronio, Bernardino, el cardenal Federico Borromeo (primo del santo) y otros, interrogaron al santo sobre 35 puntos difíciles de teología. San Francisco respondió con sencillez y modestia, pero sin ocultar su ciencia. El Papa confirmó su nombramiento de coadjutor de Ginebra, y Francisco volvió a su diócesis, a trabajar con mayor ahínco y energía que nunca.

En 1602 fue a París donde le invitaron a predicar en la capilla real, que pronto resultó pequeña para la tal multitud que acudía a oír la palabra del santo, tan sencilla, tan conmovedora y tan valiente. Enrique IV concibió una gran estima por el coadjutor de Ginebra y trató en vano de retenerle en Francia.

A la muerte de Claudio de Granier, acaecida en el otoño de 1602, Francisco le sucedió en el gobierno de la diócesis. Fijó su residencia en Annecy, donde organizó su casa con la más estricta economía, y se consagró a sus deberes pastorales con enorme generosidad y devoción.

Con su abundante correspondencia alentó y guió a innumerables personas que necesitaban de su ayuda. Entre los que dirigía espiritualmente, Santa Juana de Chantal ocupa un lugar especial. San Francisco la conoció en 1604, cuando predicaba un sermón de cuaresma en Dijón. La fundación de la Congregación de la Visitación, en 1610, fue el resultado del encuentro de los dos santos.

En 1610, Francisco de Sales tuvo la pena de perder a su madre (su padre había muerto años antes). El santo escribió más tarde a Santa Juana de Chantal: "Mi corazón estaba desgarrado y lloré por mi buena madre como nunca había llorado desde que soy sacerdote". San Francisco habría de sobrevivir por nueve años a su madre, nueve años de inagotable trabajo.

En 1622, el duque de Saboya, que iba a ver a Luis XIII en Aviñón, invitó al santo a reunirse con él en aquella ciudad. Movido por el deseo de abogar por la parte francesa de su diócesis, el obispo aceptó al punto la invitación, aunque arriesgaba su débil salud un viaje tan largo, en pleno invierno.

Parece que el santo presentía que su fin se acercaba. Antes de partir de Annecy puso en orden todos sus asuntos y emprendió el viaje como si no tuviera esperanza de volver a ver a su grey. En Aviñón hizo todo lo posible por llevar su acostumbrada vida de austeridad; pero las multitudes se apiñaban para verle y todas las comunidades religiosas querían que el santo obispo les predicara.

En el viaje de regreso, San Francisco se detuvo en Lyon, hospedándose en la casita del jardinero del convento de la Visitación. Aunque estaba muy fatigado, pasó un mes entero atendiendo a las religiosas. Una de ellas le rogó que le dijese qué virtud debía practicar especialmente; el santo escribió en una hoja de papel, con grandes letras: "Humildad".

Durante el Adviento y la Navidad, bajo los rigores de un crudo invierno, prosiguió su viaje, predicando y administrando los sacramentos a todo el que se lo pidiera. El día de San Juan le sobrevino una parálisis; pero recuperó la palabra y el pleno conocimiento. Con admirable paciencia, soportó las penosas curaciones que se le administraron con la intención de prolongarle la vida, pero que no hicieron más que acortársela.

En su lecho repetía: "Puse toda mi esperanza en el Señor, y me oyó y escuchó mis súplicas y me sacó del foso de la miseria y del pantano de la iniquidad".

En el último momento, apretando la mano de uno de los que le asistían solícitamente murmuró: "Empieza a anochecer y el día se va alejando".

Su última palabra fue el nombre de "Jesús". Y mientras los circundantes recitaban de rodillas las Letanías de los agonizantes, San Francisco de Sales expiró dulcemente, a los 56 años de edad, el 28 de diciembre de 1622, fiesta de los Santos Inocentes. Había sido obispo por 21 años.

El día 29 de diciembre la ciudad entera de Lyon fue desfilando por la humilde casita donde había muerto el querido santo. Y era tanto el deseo de la gente de besarle las manos y los pies, que los médicos no lograban llevarse el cadáver para hacerle la autopsia.

San Francisco fue beatificado por el Papa Alejandro VII en el 1661, y el mismo Papa lo canonizó en el 1665, a los 43 años de su muerte.

En el 1878 el Papa Pío IX, considerando que los tres libros famosos del santo: "Las controversias"(contra los protestantes); La Introducción a la Vida Devota" (o Filotea) y El Tratado del Amor de Dios (o Teótimo), tanto como la colección de sus sermones, son verdaderos tesoros de sabiduría, declaró a San Francisco de Sales "Doctor de la Iglesia", siendo llamado "El Doctor de la amabilidad".
    

  • Oración a San Francisco de Sales

Glorioso San Francisco de Sales, 
vuestro nombre porta la dulzura del corazón más afligido;
vuestras obras destilan la selecta miel de la piedad;
vuestra vida fue un continuo holocausto de amor perfecto
lleno del verdadero gusto por las cosas espirituales,
y del generoso abandono en la amorosa divina voluntad.
Enséñame la humildad interior,
la dulzura de nuestro exterior,
y la imitación de todas las virtudes que has sabido copiar
de los Corazones de Jesús y de María.



🔥🕊️LOS CINCO MINUTOS DEL ESPÍRITU SANTO🕊️🔥

 Autor: Monseñor Victor Manuel Fernández.

Editorial Claretiana

Martes 24 de enero, 2023


En lo más íntimo de nuestro ser, en la raíz de nuestra existencia, sólo el Espíritu Santo puede hacernos sentir vivos. Sólo él puede hacer que dejemos de sobrevivir o de soportar la vida, y que realmente vivamos, que experimentemos en todo nuestro ser los efectos de la gloriosa resurrección de Jesús, algo de esa deslumbrante intensidad de la vida divina.


La Palabra de Dios tiene una promesa de vida, no sólo de vida eterna, sino de vitalidad en esta tierra, de manera que si poco a poco dejamos que el Espíritu Santo invada nuestro ser, iremos experimentando que cada vez estamos más vivos. Veamos lo que nos asegura la Palabra de Dios y creamos en estas promesas:


"El hombre de Dios florece como una palmera, crece como un cedro del Líbano... En la vejez sigue dando fruto, se mantiene fresco y lleno de vida" (Salmo 92,13.15).


"Bendito el que confía en el Señor, porque él no defraudará su confianza. Es como un árbol plantado a las orillas del agua... No temerá cuando llegue el calor, y su follaje estará frondoso. En año de sequía no se inquieta, y no deja de dar fruto" (Jeremías 17,7-8).


Notemos que esta promesa de vida incluye también el gozo de dar frutos, de ser útiles, de producir algo para el bien de los demás; porque nadie se siente vivo si no se siente también fecundo: en el servicio, en la paternidad espiritual, en el arte, en el trabajo, etc.


Pidamos al Espíritu Santo esa agradable fecundidad.

 

                             Amén

                          💫🕊️💫

Evangelio del martes 24 de enero; Marcos 3,31-35.

Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar.

La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: "Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera".

El les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?".

Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos.

Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre". 

PALABRA DEL SEÑOR. 



La fe de su madre; la fe de sus hermanos - Juan Pablo II

    En la escuela de María, la mujer “eucarística”: En cierto sentido, María ha practicado su fe eucarística antes incluso de que ésta fuera instituida, por el hecho mismo de haber ofrecido su seno virginal para la encarnación del Verbo de Dios. La Eucaristía, mientras remite a la pasión y la resurrección, está al mismo tiempo en continuidad con la Encarnación. María concibió en la anunciación al Hijo divino, incluso en la realidad física de su cuerpo y su sangre, anticipando en sí lo que en cierta medida se realiza sacramentalmente en todo creyente que recibe, en las especies del pan y del vino, el cuerpo y la sangre del Señor.

    Hay, pues, una analogía profunda entre el fiat pronunciado por María a las palabras del Ángel y el amén que cada fiel pronuncia cuando recibe el cuerpo del Señor. A María se le pidió creer que quien concibió « por obra del Espíritu Santo » era el « Hijo de Dios » (cf. Lc 1, 30.35). En continuidad con la fe de la Virgen, en el Misterio eucarístico se nos pide creer que el mismo Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, se hace presente con todo su ser humano-divino en las especies del pan y del vino. « Feliz la que ha creído. » (Lc 1,45). 


Abrazo y bendición!

lunes, 23 de enero de 2023

Evangelio del lunes 23 de enero Marcos 3,22-30.

Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: "Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los Demonios".

Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: "¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás?

Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir.

Y una familia dividida tampoco puede subsistir.

Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya no puede subsistir, sino que ha llegado a su fin.

Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa.

Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran.

Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre".

Jesús dijo esto porque ellos decían: "Está poseído por un espíritu impuro". 

PALABRA DEL SEÑOR.




Confundir a Jesús con Satanás no sólo es ceguera sino también maldad, odio. Esa es la obra de Satanás. En la historia de nuestra Iglesia se cometieron barbaridades con las Cruzadas y la Inquisición. Hoy en día, en nuestra Iglesia hay personas y grupos que condenan a otros grupos y personas y basta al mismo Papa Francisco. Son sectarios y no pueden ver la obra del Espíritu sino coincide con su ideología. La historia de repite? En el silencio y la quietud invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

Evangelio del domingo 22 de enero: Mateo 4,12-23.

Cuando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea.

Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí,

para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías:

¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones!

El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz.

A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca".

Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores.

Entonces les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".

Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.

Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó.

Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.

Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente. PALABRA DEL SEÑOR.


LA PRIMERA PALABRA DE JESÚS


El evangelista Mateo cuida mucho el escenario en el que va a hacer Jesús su aparición pública. Se apaga la voz del Bautista y se empieza a escuchar la voz nueva de Jesús. Desaparece el paisaje seco y sombrío del desierto y ocupa el centro el verdor y la belleza de Galilea. Jesús abandona Nazaret y se desplaza a Cafarnaún, a la ribera del lago. Todo sugiere la aparición de una vida nueva.

Mateo recuerda que estamos en la «Galilea de los gentiles». Ya sabe que Jesús ha predicado en las sinagogas judías de aquellas aldeas y no se ha movido entre paganos. Pero Galilea es cruce de caminos; Cafarnaún, una ciudad abierta al mar. Desde aquí llegará la salvación a todos los pueblos.

De momento, la situación es trágica. Inspirándose en un texto del profeta Isaías, Mateo ve que «el pueblo habita en tinieblas». Sobre la tierra «hay sombras de muerte». Reina la injusticia y el mal. La vida no puede crecer. Las cosas no son como las quiere Dios. Aquí no reina el Padre.

Sin embargo, en medio de las tinieblas, el pueblo va a empezar a ver «una luz grande». Entre las sombras de muerte «empieza a brillar una luz». Eso es siempre Jesús: una luz grande que brilla en el mundo.

Según Mateo, Jesús comienza su predicación con un grito: «Convertíos». Esta es su primera palabra. Es la hora de la conversión. Hay que abrirse al reino de Dios. No quedarse «sentados en las tinieblas», sino «caminar en la luz».

Dentro de la Iglesia hay una «gran luz». Es Jesús. En él se nos revela Dios. No lo hemos de ocultar con nuestro protagonismo. No lo hemos de suplantar con nada. No lo hemos de convertir en doctrina teórica, en teología fría o en palabra aburrida. Si la luz de Jesús se apaga, los cristianos nos convertiremos en lo que tanto temía Jesús: «unos ciegos que tratan de guiar a otros ciegos».

Por eso también hoy esa es la primera palabra que tenemos que escuchar: «Convertíos»; recuperad vuestra identidad cristiana; volved a vuestras raíces; ayudad a la Iglesia a pasar a una nueva etapa de cristianismo más fiel a Jesús; vivid con nueva conciencia de seguidores; poneos al servicio del reino de Dios.


3 Tiempo ordinario – A 

(Mateo 4,12-23)

22 de enero

José Antonio Pagola.


Abrazo y bendición!

viernes, 20 de enero de 2023

Calendario Diocesano 2023



Acercamos el Calendario Diocesano 2023 con las principales actividades de la Diócesis de Quilmes y de la Iglesia Católica.


Para acceder al calendario y descargarlo se debe ingresar obisquil.org.ar/wp-content/uploads/2023/01/Calendario_2023_v1.pdf.

También está disponible en www.obisquil.org.ar



Se agradece la difusión de este mensaje.

Don Artémides Zatti

 


Oración a Don Zatti

Señor Jesús,
Tú llamaste a Don Zatti, salesiano coadjutor,
para servirte en los pobres y en los necesitados.
Tú le diste la fuerza para entregarse
con alegría y sin descanso a sus hermanos enfermos.
Tú lo hiciste un hombre bueno,
que supo vivir fielmente tu Evangelio
en el trabajo cotidiano y en el sacrificio escondido.
Que la alegría de verlo brillar en el cielo de tus santos
nos ayude a dar testimonio de tu Luz.
Te pedimos por su intercesión la gracia de:
(aquí se pide con fe lo que se desea)
Para gloria tuya y de tu fiel siervo Don Zatti.

Amén..


Oración a San Artérmides Zatti
Coadjutor salesiano (1880-1951)

Oh Dios, Padre bueno,
Tú has llamado a San Artémides Zatti, salesiano coadjutor,
para servirte en los pobres y los enfermos.
Él creyó en ti en la hora de la prueba,
prometió entregarse a sus hermanos heridos en el alma y en el cuerpo
y, lleno de felicidad por la curación que había obtenido,
vivió fielmente el Evangelio
en el trabajo cotidiano y en el sacrificio generoso de sí mismo.
Haz que la alegría de verlo brillar en el cielo de los santos
nos ayúde a dar testimonio de tu amor misericordioso
que no abandona a ninguno de sus hijos.
Concédenos por su intercesión la gracia
que le pedimos con confianza
(formular la intención de oración).
Por Cristo Nuestro Señor.

Amén.





Evangelio del viernes 20 de enero: Marcos 3,13-19.

Jesús subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él, y Jesús instituyó a doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder de expulsar a los demonios.

Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó. 

PALABRA DEL SEÑOR. 




Tod@s hemos sido llamad@s por nuestro Nombre. Nuestra vida es una misión. Es una Palabra de Nuestro Dios que tiene que ser dicha y actuada en esta Tierra. Necesitamos caminar con Él como aprendices de Evangelio. Jesús nos quiere con Él , que trabajemos por amor con Él. Hacer un mundo nuevo y mejor. Vivamos a pleno la vida que nos ha sido regalada para ser para l@s demás. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

jueves, 19 de enero de 2023

Evangelio del jueves 19 de enero: Marcos 3,7-12.

Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea.

Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón.

Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara.

Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo.

Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!".

Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto. 

PALABRA DEL SEÑOR. 




San Juan XXIII (1881-1963) papa

Diario del alma, 29/11/1940

“Lo seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea, y Transjordania”

     “Señor, ábreme los labios y mi boca proclamará tu alabanza.” (Sal 50,17) Cuando uno advierte que estas palabras son proclamadas cada día a la hora de la alabanza matutina en nombre de la Iglesia que ora por ella misma y por el mundo entero, por miles y cientos de miles de bocas implorando esta gracia, nuestra visión se ensancha y se completa. Es la Iglesia que se anuncia, no como un monumento histórico del pasado, sino como una institución viva. La Santa Iglesia no es como un palacio que se construye en un año. Es una ciudad grande que contiene el universo entero. “La montaña de Sión está fundada sobre la alegría de toda la tierra; la ciudad del gran Rey se extiende hacia el Norte.” (Sal 47,3 Vulgata)


    La fundación de la Iglesia se comenzó hace veinte siglos y sigue realizándose. Se extiende a toda la tierra hasta que el nombre de Cristo sea adorado en todas partes. A medida que prosigue su construcción, los nuevos pueblos a quienes es anunciado el nombre de Cristo exultan de gozo: “Los pueblos se alegran por el gozoso anuncio.” (cf Hch 13,48) Es bello pensar en esto, edificante para todo presbítero que recita su breviario: cada uno tiene que comprometerse a fondo en la construcción de esta Iglesia santa.


El que se dedica a la predicación, en calidad de mensajero del evangelio, diga al Señor: “Señor, ábreme los labios y mi boca proclamará tu alabanza.” (Sal 50,17) El que no es misionero, que desee ardientemente cooperar en la gran tarea de la misión. Y cuando salmodia en privado, solo en su celda, que diga también: “Señor, ábreme los labios.” Porque, por la comunión en la caridad debe considerar como suya toda lengua que anuncia el evangelio en aquel momento, siendo el evangelio la suprema alabanza divina.


Abrazo y bendición!

miércoles, 18 de enero de 2023

Evangelio del miércoles 18 de enero; Marcos 3,1-6.

Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada.

Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo curaba en sábado, con el fin de acusarlo.

Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: "Ven y colócate aquí delante".

Y les dijo: "¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?". Pero ellos callaron.

Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: "Extiende tu mano". El la extendió y su mano quedó curada.

Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con él. 

PALABRA DEL SEÑOR.



Para que nazca lo NUEVO debe menguar lo antiguo, en tanto y en cuanto no favorezca la vida y menos en Nombre de Dios. Jesús va desmontando todas las tradiciones que oprimen mentes y corazones y presentan una falsa imagen de su Padre. Esta transformación que propone y va haciendo Jesús le costará la vida. Es importante no resistirnos a los cambios a los que nos va llevando el Espíritu y convertir a la Iglesia en nido de fariseos. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

martes, 17 de enero de 2023

Evangelio del martes 17 de enero: Marcos 2,23-28.

Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar.

Entonces los fariseos le dijeron: "¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?".

El les respondió: "¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?".

Y agregó: "El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado.

De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado". 

PALABRA DEL SEÑOR. 




Jesús continúa desmontando la hipocresía en la religión. Se mete con la gran institución del sabat, día de descanso. Sin embargo la ley lo ha llevado a ser un espacio de opresión en las conciencias y la vida de la gente. L@s católic@s nos tenemos que preguntar qué nos pasa con el DOMINGO. Por qué nos cuesta tanto elegir un bien para nosotros, escuchar el Evangelio, celebrar la vida y la fraternidad humana. Cargar las pilas. Muchos hace años que no celebramos el domingo desde la fe. Tratemos de elegir lo que es un bien para nuestra persona, nuestras familias, nuestra sociedad. El domingo nos ayuda a descansar conociéndo más a Jesús, amarlo y seguirlo. 

En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

lunes, 16 de enero de 2023

El papa Francisco dijo que hay que aprender a hacerse a un lado en el momento justo

Las palabras del pontífice llegan tras la muerte del papa emérito Benedicto XVI y vuelve a poner en debate la idea de una posible renuncia


El papa Francisco afirmó hoy que hay que aprender en la vida a “servir y luego hacerse a un lado” y “nunca aferrarse a roles y posiciones” y saber “decir adiós en el momento adecuado”, durante sus palabras en el rezo del ángelus en la plaza San Pedro.

Ante los cerca 15.000 fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, según los datos de la gendarmería vaticana, el papa reflexionó sobre la parte del evangelio de hoy que relata el testimonio de Juan el Bautista que “se podría pensar que le será entregado un premio, un puesto relevante en la vida pública de Jesús. En cambio, no. Una vez cumplida su misión, Juan sabe hacerse a un lado, se retira de la escena para dejar el sitio a Jesús”.


“Juan el Bautista nos enseña una cosa importante: la libertad respecto a los apegos. Sí, porque es fácil apegarse a roles y posiciones, a la necesidad de ser estimados, reconocidos y premiados (...)Nos hará bien cultivar, como Juan, la virtud del hacernos a un lado en el momento oportuno, testimoniando que el punto de referencia de la vida es Jesús”, añadió.

Y puso el ejemplo del sacerdote que “está llamado a predicar y celebrar no por afán de protagonismo o por interés, sino para acompañar a los demás hacia Jesús” o los padres “que crían a los hijos con muchos sacrificios y luego deben dejarlos libres de emprender su propio camino en el trabajo, en el matrimonio, en la vida”.

“María, la sierva del Señor, ayúdanos a liberarnos de las ataduras, a dejar espacio al Señor y dar espacio a los demás”, dijo Francisco después de que tras la muerte del papa emérito Benedicto XVI surgiera de nuevo la idea de que ahora una posible renuncia sería algo con menos impedimentos.

“Yo ya he firmado mi renuncia”
En diciembre, el pontífice reveló que, poco después de ser elegido papa en 2013, escribió una carta de renuncia en caso de que problemas médicos le impidieran ejecutar sus deberes.

En declaraciones al diario español ABC, Francisco dijo que le dio la nota al cardenal Tarcisio Bertone, entonces secretario de Estado del Vaticano. El pontífice añadió que asume que el actual número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, tiene ahora esas instrucciones escritas.



Francisco, que cumplió 86 años, se operó en 2021 para reparar un estrechamiento intestinal y ha sufrido desde hace meses por dolores de rodilla que le han forzado a emplear una silla de ruedas. Últimamente se le ha visto cada vez más con un bastón en lugar de la silla de ruedas para desplazarse en público.

Cuando se le preguntó qué ocurre si las cuestiones de salud o un accidente repentino impiden a un papa hacer su trabajo, y si debería haber una norma al respecto, Francisco respondió que “yo ya he firmado mi renuncia”.

“Yo la firmé y le dije (a Bertone): ‘En caso de impedimento por cuestiones médicas o qué sé yo, acá está mi renuncia. Ya la tienen’”, indicó Francisco, que dijo haberlo hecho al inicio de su papado.

Bertone dejó la secretaría de Estado en octubre de 2013, al inicio del papado de Francisco.

El papa bromeó con que ahora que había revelado la existencia del documento, “ahora alguno irá a pedírselo a Bertone: ‘¡Deme el papelito!’”.

Francisco dijo suponer que Bertone se la habría entregado al actual secretario de Estado, Parolin.

En el pasado, el pontífice ha elogiado la decisión de su predecesor, el papa Benedicto XVI, de renunciar porque sentía que su avanzada edad le impedía ejercer su deberes. Benedicto, que falleció el pasado 31 de diciembre, fue el primer papa en renunciar en 600 años, y su gesto precedió a la elección del argentino Francisco, el primer papa procedente de Sudámerica.

En la entrevista, Francisco restó importancia a sus problemas de movilidad y dijo que “se gobierna con la cabeza, no con la rodilla”.

Las normas de la Iglesia católica requieren que la renuncia del papa se manifieste “de forma libre y apropiada”, como ocurrió cuando Benedicto desconcertó al mundo al anunciar su renuncia ante una reunión de prelados en el Vaticano en febrero de 2013.

(Con información de EFE y AP)

Diácono Luis Maria Staffora

 

"Nada es igual a sentirse amado. Yo me siento amado por mi esposa, mis hijos y por muchisimos de los que me rodean, pero también por Diosito.

Me dio una buena vida, con hermosas y perfumadas rosas, a las cuales nunca les saco las espinas, pero sin espinas no serian rosas.

Amé, amo y seguiré amando todo cuanto me rodea. No sé vivir de otra manera. Cuando llegue el momento de mi pascua, tendré para mostrar al Señor los nombres de todos con los que compartí mi vida y mi entrega.

Fui y soy feliz por ser uno de tantos elegidos para el diaconado, me dio la posibilidad de sentirme útil a muchísimas personas y también recibir de ellas pruebas de amor y para eso estamos.

Los amo desde lo más profundo de mi ser y sean felices. Yo lo soy


Diácono Luis Maria Staffora

Nota: Sobre el pie de la hoja había un texto del Papa Francisco:

"Nunca he visto un camión de mudanza detrás de un cortejo fúnebre. Sin embargo, existe un tesoro que podemos llevar con nosotros mismos, un tesoro que nadie puede robar, que no es lo que hemos ahorrado sino lo que hemos dado a los demás"


A esto Luis agregó: "Recién al terminar leí esto del Papa Francisco ¿casualidad?"

Vuela alto querido Luis


En el mediodía del domingo 15 de enero partió a la Casa del Padre el Diácono Luis María Staffora, próximo a cumplir el 24 de este mes sus 69 años.

Casado con Claudia Edith Pastorino era padre de tres hijos: Rodrigo Emanuel, Nicolás Luis María y Ana Clara.

Luego de muchos años de colaboración con el recordado Padre Luis Farinello en actividades pastorales y sociales había recibido el Diaconado el 25 de mayo de 2017 de manos del Padre Obispo Carlos José Tissera, pasando a desempeñarse en la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de Bernal, junto al también recordado Padre Carlos Alberto Abad.

Junto a su tarea en la Catequesis fue Secretario del Centro de Formación Social (CEFORSOC) Monseñor Jaime De Nevares y Consejero de la Fundación Padre Obispo Jorge Novak.

Probado en su salud desde marzo del año pasado sobrellevó con entereza operaciones y tratamientos varios a lo largo de estos meses.

Su velatorio se llevará a cabo el lunes 16 a partir de las 9 horas en la Parroquia Ntra. Sra. de la Paz de Bernal, con la Eucaristía de las 10 horas y posterior traslado al Cementerio de Ezpeleta a las 11.45.

Afable y servicial, apreciado por quienes compartieron con él la vida pastoral y el ministerio diaconal pedimos a Jesús el Buen Pastor lo reciba en las praderas eternas! “Un día será mi Casa la Casa donde él habita” (Salmo 22)



Pbro. Armando Ireneo Dessy

Canciller

Obispado de Quilmes

Quilmes, 15 de enero de 2023.

Evangelio del lunes 16 de enero: Marcos 2,18-22.

Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?".

Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo.

Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.

Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande.

Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!".

PALABRA DEL SEÑOR.


Jesús sigue desenmascarando la falsa religión, que oprime la conciencia de los creyentes. Presentan una lúgubre imagen de Dios. El Dios de Jesús es el Dios de la Alegría, de la amistad, del vino nuevo. Nuestra humanidad hoy necesita un Dios amigo y festivo, que nos alegre el corazón y nos comprometa en el amor fraterno y el compromiso de los nuevos vinos. En el silencio y la quietud invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!