Jesús dijo a sus discípulos:
«Los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre,
y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa,
porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán.
Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.
Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza.
Gracias a la constancia salvarán sus vidas.»
PALABRA DEL SEÑOR.
Jesús nos llama a ser testimonio de fidelidad. El Evangelio no se negocia. Tenemos que ser coherentes con Jesús. Vivir de acuerdo a la vida que Él nos mostró como CAMINO. No quiere decir que seamos fanátc@s religios@s. Sino personas maduras a la altura de las circunstancias que se oponen el Reino. Ser mujeres y varones de esta época y comprometernos en la lucha contra todo lo que nos deshumaniza y nos aleja del compromiso con la realidad desde el Evangelio. No podemos actuar de acuerdo a criterios que se oponen al Reino de Dios y su Justicia. Tenemos que animarnos a poner el cuero para que mostremos una alternativa de vida en abundancia frente a una civilización que tanto apuesta a la muerte. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.
Abrazo y bendición!
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