«Los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre,
y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa,
porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán.
Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.
Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza.
Gracias a la constancia salvarán sus vidas.»
PALABRA DEL SEÑOR.
Seguir a Jesús perseverando hasta el final no es sencillo pero es posible. La vida es una negociación entre los valores del Evangelio y los criterios pragmáticos del exitismo materialista. En la manera de ver, pensar, definir las opciones de la vida vamos haciendo esta práctica. O elegimos como "lo hace todo el mundo" o elegimos lo que elegiría Jesús y su propuesta de servicio al Reino desde lo más pequeño a lo más trascendente en nuestras vidas. Somos responsables de nuestras elecciones y sus consecuencias. Está demostrado que se puede vivir feliz y en paz contra corriente. No olvidemos que todo se termina y hay que dar la cara, de frente, a la luz del Reino de los Cielos. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.
Abrazo y bendición!
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