martes, 17 de noviembre de 2020

Preocupa a la Pastoral de Adicciones la ley de uso medicinal del cannabis

La prudencia que exige la aplicación paliativa del canabidiol no condice con una "apertura irrestricta" del autocultivo y puede convertirse en la "legitimación encubierta" de otros tipos de consumo.



La Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia expresó su preocupación por la reglamentación de la Ley Nº 27.350 sobre “investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados".

En un comunicado con comentarios sobre la norma, afirmó que la aplicación paliativa con fines medicinales del canabidiol, reclamadas por pacientes y familiares de pacientes, debe ser "apoyada y acompañada por el conjunto de la sociedad", pero recordando que las agencias encargadas del control de medicamentos del mundo aconsejan "responsabilidad y prudencia".

"Esa responsabilidad y prudencia no se condicen con la apertura irrestricta que significa el autocultivo de cannabis para sí o para terceros y la falta de especificación de las enfermedades que ameritan su aplicación", advirtió, y sostuvo: "De esta manera, la norma puede convertirse en una legitimación encubierta de otros tipos de consumos y eso nos preocupa".

"Para hacer justicia a quienes padecen una enfermedad no hay que exponer a los más frágiles. Por esa razón en el comunicado que presentamos en 2016 señalábamos que la provisión de canabidiol debe correr por parte del Estado y ser gratuita", concluyó.

Texto del comunicado
Desde la Pastoral Nacional de Adicciones y Drogadependencia queremos comunicar al Gobierno Nacional y a la población en general la preocupación que nos genera la reciente reglamentación de la Ley N°27.350 sobre la “investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados”.

La investigación científica y la aplicación paliativa con fines medicinales del canabidiol, reclamadas por pacientes y familiares de pacientes, debe ser apoyada y acompañada por el conjunto de la sociedad, advirtiendo que la gran mayoría de la comunidad científica y las agencias encargadas del control de medicamentos de todo el mundo han aconsejado responsabilidad y prudencia.

Entendemos que esa responsabilidad y prudencia no se condicen con la apertura irrestricta que significa el autocultivo de cannabis para sí o para terceros y la falta de especificación de las enfermedades que ameritan su aplicación.

Entendemos que, de esta manera, la norma puede convertirse en una legitimación encubierta de otros tipos de consumos y eso nos preocupa.

Dejando de lado el agravamiento de la situación generado por la pandemia, en las villas y barrios populares no es fácil sostener el colegio ni conseguir un trabajo. La educación y el trabajo son poco accesibles,las sustancias adictivas ahora son más accesibles.

Para hacer justicia a quienes padecen una enfermedad no hay que exponer a los más frágiles. Por esa razón en el comunicado que presentamos en 2016 señalábamos que la provisión de canabidiol debe correr por parte del Estado y ser gratuita.

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