Entonces llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con él; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo.
Jesús, suspirando profundamente, dijo: "¿Por qué esta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo".
Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.
PALABRA DEL SEÑOR.
Los fariseos quieren ver trucos divinos para creerle a Jesús. Much@s cristian@s pedimos lo mismo, que el Señor nos haga algún paso de magia para creerle. Caemos fácilmente en la superstición y en el intento de pretender que Dios haga lo que le decimos, como frotar la lámpara de Aladino. Y en realidad el único signo de presencia de Dios en nuestras vidas y en medio de nosotros, son los gestos concretos de amor transformador en un@ mism@, en los demás, en la familia, en el compromiso social, en sentirnos familia con todo ser humano. Esos son los milagros que mostraràn lo extraordinario. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.
Abrazo y bendición!
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