En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí.
Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio.
Les he dicho esto para que no se escandalicen.
Serán echados de las sinagogas, más aún, llegará la hora en que los mismos que les den muerte pensarán que tributan culto a Dios.
Y los tratarán así porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Les he advertido esto para que cuando llegue esa hora, recuerden que ya lo había dicho.»
PALABRA DEL SEÑOR.
Jesús nos habla de la venida del Espíritu Santo que será nuestro defensor. O sea, nos está advirtiendo que por vivir el Evangelio seremos odiados y perseguidos a tiempo y a destiempo. El Defensor es quien nos sostiene para vivir como Profetas, sin miedo a caer en el Camino por dar testimonio del Resucitado. El Espíritu es fundamental en nuestras vidas para mantenernos en fidelidad a nuestras convicciones. En tiempos en que la empatía prácticamente no aparece necesitamos el fuego de la fraternidad que nos comprometa con nuestros hermanos los humanos. Eso será molesto para quienes trabajan para Satán, el Enemigo, el Divisor. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.
Abrazo y bendición!
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