Jesús dijo a sus discípulos:Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
PALABRA DEL SEÑOR.
Caminar en la humildad y sencillez de vida es la verdadera religiosidad. No los gestos exagerados y exhibicionistas. La única manera de transparentar a Dios en nuestras vidas es despojarnos de toda ritualidad meramente humana. La sociedad en que vivimos necesita gente que no sea "careta", porque es lo que ella misma ofrece:la apariencia superficial de mostrar lo que un@ no es. Por eso este gesto de honestidad de la fe transparente es el mejor camino que podemos mostrar para la liberación. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.
Abrazo y bendición!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario