jueves, 29 de diciembre de 2022

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CELEBRACIÓN DE LA 56 JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ

1 DE ENERO DE 2023


Nadie puede salvarse solo.

Recomenzar desde el COVID-19 para trazar juntos caminos de paz

 


«Hermanos, en cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba. Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche» (Primera carta de san Pablo a los Tesalonicenses 5,1-2). 


1. Con estas palabras, el apóstol Pablo invitaba a la comunidad de Tesalónica, que esperaba el encuentro con el Señor, a permanecer firme, con los pies y el corazón bien plantados en la tierra, capaz de una mirada atenta a la realidad y a las vicisitudes de la historia. Por eso, aunque los acontecimientos de nuestra existencia parezcan tan trágicos y nos sintamos empujados al túnel oscuro y difícil de la injusticia y el sufrimiento, estamos llamados a mantener el corazón abierto a la esperanza, confiando en Dios que se hace presente, nos acompaña con ternura, nos sostiene en la fatiga y, sobre todo, guía nuestro camino. Con este ánimo san Pablo exhorta constantemente a la comunidad a estar vigilante, buscando el bien, la justicia y la verdad: «No nos durmamos, entonces, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios» (5,6). Es una invitación a mantenerse alerta, a no encerrarnos en el miedo, el dolor o la resignación, a no ceder a la distracción, a no desanimarnos, sino a ser como centinelas capaces de velar y distinguir las primeras luces del alba, especialmente en las horas más oscuras.  


2.  El COVID-19 nos sumió en medio de la noche, desestabilizando nuestra vida ordinaria, trastornando nuestros planes y costumbres, perturbando la aparente tranquilidad incluso de las sociedades más privilegiadas, generando desorientación y sufrimiento, y causando la muerte de tantos hermanos y hermanas nuestros.

Empujado dentro de una vorágine de desafíos inesperados y en una situación que no estaba del todo clara ni siquiera desde el punto de vista científico, el mundo sanitario se movilizó para aliviar el dolor de tantos y tratar de ponerle remedio; del mismo modo, las autoridades políticas tuvieron que tomar medidas drásticas en materia de organización y gestión de la emergencia.

Junto con las manifestaciones físicas, el COVID-19 provocó —también con efectos a largo plazo— un malestar generalizado que caló en los corazones de muchas personas y familias, con secuelas a tener en cuenta, alimentadas por largos períodos de aislamiento y diversas restricciones de la libertad.

Además, no podemos olvidar cómo la pandemia tocó la fibra sensible del tejido social y económico, sacando a relucir contradicciones y desigualdades. Amenazó la seguridad laboral de muchos y agravó la soledad cada vez más extendida en nuestras sociedades, sobre todo la de los más débiles y la de los pobres. Pensemos, por ejemplo, en los millones de trabajadores informales de muchas partes del mundo, a los que se dejó sin empleo y sin ningún apoyo durante todo el confinamiento.

Rara vez los individuos y la sociedad avanzan en situaciones que generan tal sentimiento de derrota y amargura; pues esto debilita los esfuerzos dedicados a la paz y provoca conflictos sociales, frustración y violencia de todo tipo. En este sentido, la pandemia parece haber sacudido incluso las zonas más pacíficas de nuestro mundo, haciendo aflorar innumerables carencias.

3. Transcurridos tres años, ha llegado el momento de tomarnos un tiempo para cuestionarnos, aprender, crecer y dejarnos transformar —de forma personal y comunitaria—; un tiempo privilegiado para prepararnos al “día del Señor”. Ya he dicho varias veces que de los momentos de crisis nunca se sale igual: de ellos salimos mejores o peores. Hoy estamos llamados a preguntarnos: ¿qué hemos aprendido de esta situación pandémica? ¿Qué nuevos caminos debemos emprender para liberarnos de las cadenas de nuestros viejos hábitos, para estar mejor preparados, para atrevernos con lo nuevo? ¿Qué señales de vida y esperanza podemos aprovechar para seguir adelante e intentar hacer de nuestro mundo un lugar mejor?   

Seguramente, después de haber palpado la fragilidad que caracteriza la realidad humana y nuestra existencia personal, podemos decir que la mayor lección que nos deja en herencia el COVID-19 es la conciencia de que todos nos necesitamos; de que nuestro mayor tesoro, aunque también el más frágil, es la fraternidad humana, fundada en nuestra filiación divina común, y de que nadie puede salvarse solo. Por tanto, es urgente que busquemos y promovamos juntos los valores universales que trazan el camino de esta fraternidad humana. También hemos aprendido que la fe depositada en el progreso, la tecnología y los efectos de la globalización no sólo ha sido excesiva, sino que se ha convertido en una intoxicación individualista e idolátrica, comprometiendo la deseada garantía de justicia, armonía y paz. En nuestro acelerado mundo, muy a menudo los problemas generalizados de desequilibrio, injusticia, pobreza y marginación alimentan el malestar y los conflictos, y generan violencia e incluso guerras.

Si, por un lado, la pandemia sacó a relucir todo esto, por otro, hemos logrado hacer descubrimientos positivos: un beneficioso retorno a la humildad; una reducción de ciertas pretensiones consumistas; un renovado sentido de la solidaridad que nos anima a salir de nuestro egoísmo para abrirnos al sufrimiento de los demás y a sus necesidades; así como un compromiso, en algunos casos verdaderamente heroico, de tantas personas que no escatimaron esfuerzos para que todos pudieran superar mejor el drama de la emergencia.

De esta experiencia ha surgido una conciencia más fuerte que invita a todos, pueblos y naciones, a volver a poner la palabra “juntos” en el centro. En efecto, es juntos, en la fraternidad y la  solidaridad, que podemos construir la paz, garantizar la justicia y superar los acontecimientos más dolorosos. De hecho, las respuestas más eficaces a la pandemia han sido aquellas en las que grupos sociales, instituciones públicas y privadas y organizaciones internacionales se unieron para hacer frente al desafío, dejando de lado intereses particulares. Sólo la paz que nace del amor fraterno y desinteresado puede ayudarnos a superar las crisis personales, sociales y mundiales.

4. Al mismo tiempo, en el momento en que nos atrevimos a esperar que lo peor de la noche de la pandemia del COVID-19 había pasado, un nuevo y terrible desastre se abatió sobre la humanidad. Fuimos testigos del inicio de otro azote: una nueva guerra, en parte comparable a la del COVID-19, pero impulsada por decisiones humanas reprobables. La guerra en Ucrania se cobra víctimas inocentes y propaga la inseguridad, no sólo entre los directamente afectados, sino de forma generalizada e indiscriminada en todo el mundo; también afecta a quienes, incluso a miles de kilómetros de distancia, sufren sus efectos colaterales —basta pensar en la escasez de trigo y los precios del combustible—.

Ciertamente, esta no es la era post-COVID que esperábamos o preveíamos. De hecho, esta guerra, junto con los demás conflictos en todo el planeta, representa una derrota para la humanidad en su conjunto y no sólo para las partes directamente implicadas. Aunque se ha encontrado una vacuna contra el COVID-19, aún no se han hallado soluciones eficaces para poner fin a la guerra. En efecto, el virus de la guerra es más difícil de vencer que los que afectan al organismo, porque no procede del exterior, sino del interior del corazón humano, corrompido por el pecado (cf. Evangelio según san Marcos 7,17-23).

5. ¿Qué se nos pide, entonces, que hagamos? En primer lugar, dejarnos cambiar el corazón por la emergencia que hemos vivido, es decir, permitir que Dios transforme nuestros criterios habituales de interpretación del mundo y de la realidad a través de este momento histórico. Ya no podemos pensar sólo en preservar el espacio de nuestros intereses personales o nacionales, sino que debemos concebirnos a la luz del bien común, con un sentido comunitario, es decir, como un “nosotros” abierto a la fraternidad universal. No podemos buscar sólo protegernos a nosotros mismos; es hora de que todos nos comprometamos con la sanación de nuestra sociedad y nuestro planeta, creando las bases para un mundo más justo y pacífico, que se involucre con seriedad en la búsqueda de un bien que sea verdaderamente común.

Para lograr esto y vivir mejor después de la emergencia del COVID-19, no podemos ignorar un hecho fundamental: las diversas crisis morales, sociales, políticas y económicas que padecemos están todas interconectadas, y lo que consideramos como problemas autónomos son en realidad uno la causa o consecuencia de los otros. Así pues, estamos llamados a afrontar los retos de nuestro mundo con responsabilidad y compasión. Debemos retomar la cuestión de garantizar la sanidad pública para todos; promover acciones de paz para poner fin a los conflictos y guerras que siguen generando víctimas y pobreza; cuidar de forma conjunta nuestra casa común y aplicar medidas claras y eficaces para hacer frente al cambio climático; luchar contra el virus de la desigualdad y garantizar la alimentación y un trabajo digno para todos, apoyando a quienes ni siquiera tienen un salario mínimo y atraviesan grandes dificultades. El escándalo de los pueblos hambrientos nos duele. Hemos de desarrollar, con políticas adecuadas, la acogida y la integración, especialmente de los migrantes y de los que viven como descartados en nuestras sociedades. Sólo invirtiendo en estas situaciones, con un deseo altruista inspirado por el amor infinito y misericordioso de Dios, podremos construir un mundo nuevo y ayudar a edificar el Reino de Dios, que es un Reino de amor, de justicia y de paz.

Al compartir estas reflexiones, espero que en el nuevo año podamos caminar juntos, aprovechando lo que la historia puede enseñarnos. Expreso mis mejores votos a los jefes de Estado y de gobierno, a los directores de las organizaciones internacionales y a los líderes de las diferentes religiones. A todos los hombres y mujeres de buena voluntad, les deseo un feliz año, en el que puedan construir, día a día, como artesanos, la paz. Que María Inmaculada, Madre de Jesús y Reina de la Paz, interceda por nosotros y por el mundo entero.  

 Vaticano, 8 de diciembre de 2022 


 Francisco

Designaciones en la Diócesis de Quilmes

El Padre Obispo Carlos José Tissera comparte con toda la Diócesis de Quilmes las siguientes designaciones que se harán efectivas en los primeros meses de 2023, en días y horarios que se

 darán a conocer en las próximas semanas

Monseñor Juan Carlos Romanín, salesiano, Obispo Emérito de Río Gallegos, fue designado 

director pastoral de las parroquias Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y 

Asunción de Santa María de Bernal Oeste, pertenecientes al Decanato Quilmes Oeste II

El Presbítero Gustavo Módica será el director pastoral de la parroquia Nuestra Señora de Itatí 

del Decanato Berazategui.

El Presbítero Martín Lugones fue nombrado director pastoral de las parroquias Madre de Dios y 

Juan el Precursor, del Decanato Florencio Varela.

Fray Sergio Mendoza fue designado Administrador Parroquial de la parroquia 

Sagrado Corazón de Jesús del Decanato Quilmes Centro.

 


Pedimos a la Virgen Santa por estos hermanos, sus nuevos servicios pastorales y

 las comunidades que se les confía para seguir caminando juntos. 



Se agradece la difusión de esta información.

Saludo muy atentamente.

miércoles, 28 de diciembre de 2022

¿Existieron de verdad los Santos Inocentes?

Hay dudas de que solo sea un símbolo porque tan solo el evangelista Mateo menciona el presunto asesinato de Herodes, un rey sanguinario del que sí consta la matanza de su esposa, su suegra, sus cuñados y hasta sus propios hijos



La Iglesia Católica celebra hoy la festividad de los Santos Inocentes, una fecha que incluso ha devenido en una jornada de bromas más o menos pesadas, llamadas por eso “inocentadas”. La única razón es el relato de uno de los cuatro evangelistas, Mateo, de cómo el rey Herodes (vasallo del Imperio Romano y gobernante en Judea, Galilea, Samaria e Idumea) mandó asesinar a todos los niños menores de dos años después de que los Magos de Oriente que habían ido a adorar a Jesús lo engañaran y no le proporcionaran el lugar exacto de aquel nacimiento. El párrafo de Mateo es archiconocido: “Al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y su comarca, de dos años para abajo”. El evangelista refuerza su versículo con otro del profeta Jeremías, de seis siglos antes: “Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento; es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen”. Documentalmente, no hay más, lo cual es muy extraño teniendo en cuenta la repercusión que aquel cruel acontecimiento ha tenido incluso en la Historia del Arte, pues desde el siglo V no han cesado de producirse esculturas y pinturas inmortalizando la crueldad del más terrorista de los reyes opresores.





Es más extraño aún si se considera que el historiador más próximo a la época y al lugar, el judío Flavio Josefo, no mencione una palabra al respecto en su extensísima obra, y eso que Josefo demostró siempre un intenso interés por denigrar a Herodes, un rey, por otra parte, que no tuvo problemas para asesinar a su mujer, a los dos maridos de su hermana Salomé, a su suegra e incluso a dos de sus hijos. Desde luego, Herodes –del que además no hay seguridad de si murió un año después de nacer Cristo o cuatro años antes, con lo cual las dudas se regeneran- practicó en los últimos años de su reinado una política terrorista por miedo a perder el poder. No en vano contaba con una constante guardia personal de dos mil soldados. Herodes I El Grande, como era conocido, es desde luego el arquetipo de todos los sanguinarios, pero no hay constancia suficientemente demostrada de que lo sea por el asesinato de esos niños de Belén –las estadísticas demográficas demuestran que serían veinte o treinta como mucho-, pues ni siquiera el historiador que no se dejó en el tintero nada con respecto a su época menciona el episodio. Tampoco el resto de evangelistas.

En los últimos años, han surgido muchas voces poniendo en duda la existencia histórica del suceso, que bien podría ser un símbolo, una actualización de la canallada del Faraón de Egipto que quiso acabar con el niño Moisés y que mandó matar a todos los hijos varones de los israelitas. La más autorizada de estas voces es la del sacerdote católico estadounidense Raymond Edward Brown, que es el primero que se extraña de que el historiador judío Josefo no aludiera en absoluto a una matanza de un rey tan brutal como Herodes. Más tarde, ha sido el chipionero Antonio Piñero, escritor especializado en la vida de Jesús de Nazaret, quien ha rescatado el concepto de “historia teológica” para explicar que en la Antigüedad era muy común almibarar las biografías de los grandes personajes con circunstancias prodigiosas al nacer. Así ocurre, según recuerda el escritor gaditano, con el rey persa Ciro en el relato del historiador Heródoto, o con Alejandro Magno al decir de Plutarco. Según este historiador griego, el padre de Alejandro Magno había comprado un caballo al que nadie conseguía domar. Alejandro, siendo un niño, se dio cuenta de que el caballo se asustaba de su propia sombra y lo montó dirigiendo su vista hacia el sol. Tras domarlo, el padre dijo supuestamente: “Búscate otro reino, hijo, pues Macedonia no es lo suficientemente grande para ti”.




Desde luego, la matanza de esos Inocentes que son en todo caso santos o mártires solo por sangre, no por voluntad, es un potente símbolo no solo contra los poderosos opresores cuyos efectos colaterales –como reza el eufemismo- sigue victimizando a tantos inocentes en el mundo incluso a día de hoy, sino también como antesala especular del más Inocente de los hombres que es, según la Iglesia, ese Cordero Divino que da la vida por los demás hombres. Realidad o mito, hoy se celebra esta fiesta católica que los griegos (ortodoxos) celebrarán mañana, mientras que los sirios la celebraron ayer. En el rito mozárabe, en cambio, la festividad está fijada el 8 de enero, lo cual, si se piensa con una lógica cronológica, tiene más sentido después de haber celebrado el día 6 la Epifanía de los Reyes Magos, de quienes, por cierto, tampoco consta en ninguna parte que fueran reyes.

Evangelio del miércoles 28 de diciembre: Mateo 2,13-18.(SANTOS INOCENTES)

Después de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".

José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.

Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.

Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado.

Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías:

En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.

PALABRA DEL SEÑOR.



Herodes es un cobarde, mentiroso, asesino. Por gente como él mueren miles y miles de inocentes en el mundo. Nunca en la historia humana han muerto tanto niños y niñas en el mundo como en nuestra época: hambre, enfermedades evitables, ahogados en el Mar Mediterráneo, en trabajos esclavos; abandonados por la sociedad en las calles, en las guerras; en la trata de personas; en el tráfico de órganos...Hay Herodes de todo tipo y baja calaña que se dedican a perseguir y matar a quienes no se pueden defender. Son los INOCENTES. Cristian@s esta es una memoria no para hacer chistes solamente, sino para hacernos cargo de defender la vida amenazada de quienes no se pueden defender. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

martes, 27 de diciembre de 2022

Evangelio del martes 27 de diciembre: Juan 20,2-8.(SAN JUAN APÓSTOL Y EVANGELISTA).

El primer día de la semana, María Magdalena corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto".

Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro.

Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes.

Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró.

Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo,

y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte.

Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.
PALABRA DEL SEÑOR.




Epístola I de San Juan 1,1-4.

Queridos hermanos:

Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos.

Porque la Vida se hizo visible, y nosotros la vimos y somos testigos, y les anunciamos la Vida eterna, que existía junto al Padre y que se nos ha manifestado.

Lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos también a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.

Les escribimos esto para que nuestra alegría sea completa.

Abrazo y bendición!

FIESTA DE SAN ESTEBAN PROTOMÁRTIR

PAPA FRANCISCO

ÁNGELUS

Plaza de San Pedro

Lunes, 26 de diciembre de 2022

[Multimedia]

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Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! ¡feliz fiesta!

Ayer celebramos la Natividad del Señor, y la liturgia, para ayudarnos a acogerlo mejor, prolonga la duración de la fiesta hasta el 1 de enero: durante ocho días. Sorprendentemente, sin embargo, estos mismos días conmemoran algunas figuras dramáticas de santos mártires. Hoy, por ejemplo, san Esteban, el primer mártir cristiano; pasado mañana, los Santos Inocentes, los niños que el rey Herodes mandado matar por miedo a que Jesús le arrebatara el trono (cf. Mt 2, 1-18). En resumen, la liturgia parece querer alejarnos del mundo de las luces, los almuerzos y los regalos en el que podemos estar algo entregados estos días. ¿Por qué?

Porque la Navidad no es la fábula del nacimiento de un rey, sino la venida del Salvador, que nos libra del mal tomando sobre sí nuestro mal: el egoísmo, el pecado, la muerte. Este es nuestro mal: el egoísmo que llevamos dentro; el pecado, somos todos pecadores; y la muerte. Y los mártires son los más parecidos a Jesús. De hecho, la palabra mártir significa testigo: los mártires son testigos, es decir, hermanos y hermanas que, con su vida, nos muestran a Jesús, que venció el mal con la misericordia. E incluso en nuestros días los mártires son numerosos, más que en los primeros tiempos. Hoy rezamos por estos hermanos y hermanas mártires perseguidos que dan testimonio de Cristo. Pero nos hará bien preguntarnos: ¿doy yo testimonio de Cristo? ¿Y cómo podemos mejorar en esto, en dar testimonio de Cristo? Nos puede ayudar precisamente la figura de san Esteban.

En primer lugar, los Hechos de los Apóstoles nos dicen que él era uno de los siete diáconos que la comunidad de Jerusalén había consagrado para el servicio de las mesas, es decir, para la caridad (cf. 6,1-6). Esto significa que su primer testimonio no lo dio con palabras, sino a través del amor con el que sirvió a los más necesitados. Pero Esteban no se limitaba a esta labor de asistencia. A los que encontraba les hablaba de Jesús: compartía su fe a la luz de la Palabra de Dios y de la enseñanza de los Apóstoles (cf. Hch 7,1-53.56). Esta es la segunda dimensión de su testimonio: acoger la Palabra y comunicar su belleza, contar cómo el encuentro con Jesús cambia la vida. Esto era tan importante para Esteban que no se dejó intimidar ni siquiera por las amenazas de sus perseguidores, ni siquiera cuando vio que las cosas se le estaban complicando (cf. v. 54). Caridad y anuncio, este era Esteban. Sin embargo, su mayor testimonio es otro: es que supo unir la caridad al anuncio. Y nos dio este testimonio cuando estaba a punto de morir, cuando, siguiendo el ejemplo de Jesús, perdonó a sus asesinos (cf. v. 60; Lc 23,34).

He aquí, pues, nuestra respuesta a la pregunta: nosotros podemos mejorar nuestro testimonio mediante la caridad hacia los hermanos, la fidelidad a la Palabra de Dios y el perdón. Caridad, Palabra y perdón. Es el perdón el que dice si realmente practicamos la caridad hacia los demás y si vivimos la Palabra de Jesús. El “per-dón” es en realidad, como la propia palabra lo indica, un don más grande, un don que damos a los demás porque somos de Jesús, somos perdonados por Él. Yo perdono porque he sido perdonado, no lo olvidemos… Pensemos, cada uno de nosotros piense en su capacidad de perdonar: ¿cómo es mi capacidad de perdonar en estos días en los que nos podemos encontrar, entre otras muchas, algunas personas con las que no nos hemos llevado bien, que nos han herido, con las que nunca hemos arreglado nuestras relaciones. Pidamos a Jesús recién nacido la novedad de un corazón capaz de perdonar: todos nosotros tenemos necesidad de un corazón que perdone. Pidamos al Señor esta gracia: Señor, que yo aprenda a perdonar. Pidamos la fuerza para rezar por quienes nos han hecho daño, rezar por las personas que nos han herido, y para dar pasos de apertura y reconciliación. Que el Señor nos dé hoy esta gracia.

Y que María, Reina de los mártires, nos ayude a crecer en la caridad, en el amor a la Palabra y en el perdón.


Después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas:

En el clima espiritual de alegría y serenidad de la Santa Navidad, saludo con afecto a todos los aquí presentes y a cuantos nos siguen a través de los medios de comunicación. Renuevo mi deseo de paz: paz en las familias, paz en las comunidades parroquiales y religiosas, paz en los movimientos y asociaciones, paz para los pueblos atormentados por la guerra, paz para la querida y flagelada Ucrania. ¡Hay tantas banderas de Ucrania aquí! Pedimos la paz para este pueblo flagelado.

Esta semana he recibido muchos mensajes de buenos deseos de distintas partes del mundo. Como no puedo responder a cada uno, expreso mi gratitud a todos, especialmente por el don de la oración.

Les deseo a todos una feliz Fiesta de san Esteban y, por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

lunes, 26 de diciembre de 2022

Ser pesebre!!!




Se puede pensar en el pesebre como una disposición de corazón.

El pesebre no contiene riquezas, no ostenta, no agobia.

No tiene puertas, ni llaves, ni claves, ni contraseñas.

No exige requisitos.

Solo esta ahí, a disposición de quien necesite alojarse, refugiarse o hacer un alto en el camino.

Sé pesebre en el camino de alguien.

Alojar sin preguntas, sin esperar nada, sin juzgar. Alojar y dejar ir.

Ofrecer agua que alivia. O las palabras justas.

O un abrazo sincero. 

Porque todos en algún momento de nuestro camino hemos necesitado un pesebre.

Porque ser pesebre es una oportunidad de sentirnos cerca.

De recuperar el sentido en un mundo sin sentido. 

De volver a sentirnos seres humanos.

viernes, 23 de diciembre de 2022

Saludo de Navidad del P. Obispo Tissera y P. Redondo

 ¡Muy buenos días!


En esta oportunidad compartimos la tarjeta de Navidad y el video mensaje con el saludo del Padre Obispo Carlos José Tissera, de la Diócesis de Quilmes, y del Padre Eduardo Gonzalo Redondo, Obispo Auxiliar electo de Quilmes.

¡Muy feliz Navidad!


Se agradece la difusión de esta información.

Saludo atentamente.



Evangelio del viernes 23 de diciembre: Lucas 1,57-66.

Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.

A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: “No, debe llamarse Juan”.

Ellos le decían: “No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre”.

Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Éste pidió una pizarra y escribió: “Su nombre es Juan”.

Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.

Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: “¿Qué llegará a ser este niño?” Porque la mano del Señor estaba con él.

PALABRA DEL SEÑOR.


La Palabra me dice

El nacimiento de Juan fue un acontecimiento conmovedor. Además de que es un hecho importante, se cumple lo que el Ángel le había comunicado. De la misma manera que el Ángel anunció a la familia de Juan, Juan será quien anuncie a Jesús.


Con corazón salesiano

Don Bosco, con su compromiso responsable, y con su entusiasmo por la vida, fue un nuevo Juan Bautista, que se encargó de llevar el mensaje de la salvación, y de preparar a los niños y jóvenes para recibir a Jesús.


A la Palabra, le digo

Señor, en este día queremos agradecerte la presencia de las personas que con sus vidas dan testimonio de Jesús, de su amor, de su entrega a los más necesitados, de su lucha desinteresada por la justicia. Te pedimos Señor que nos sigas alimentando de vos para poder donarnos más a aquellos que todavía no te han conocido.




Semana de Navidad en Camino Sinodal

 Cercanos a la Navidad acercamos el material con las propuestas para celebrar esta fiesta central de nuestra fe de manera comunitaria, preparado por el Consejo Diocesano para el Camino Sinodal: ¡Una vida nueva!


Compartimos el video introductorio de esa alegre semana

El material se puede ver y descargar aquí

Más información en www.obisquil.org.ar/adviento-y-navidad-en-camino-sinodal


Se agradece la difusión de esta información.

Saludos grandes ¡Muchas felicidades!



martes, 20 de diciembre de 2022

Oración por la salud de dos diáconos permanentes

El Padre Obispo Carlos José Tissera invita a la Diócesis de Quilmes a rezar de manera especial por la salud de los diáconos permanentes Luis María Stáffora y Trinidad Silvio Rodríguez.

Luis, de la parroquia Nuetra Señora de la Paz de Bernal, hoy fue intervenido y se recupera favorablemente.

Silvio, de la parroquia Nuestra Señora de la Paz de Florencio Varela, se encuentra estable en el Sanatorio Ranelagh a la espera de una intervención que mejore su calidad de vida.

Que María Reina de la Paz proteja a estos hermanos con su ternunra de madre.


Se agradece la difusión de esta información.

Saludo con estima.

Evangelio del martes 20 de diciembre: Lucas 1,26-38.

 El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,

a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo".

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido.

Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;

él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre,

reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin".

María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?".

El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.

También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes,

porque no hay nada imposible para Dios".

María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se alejó.

PALABRA DEL SEÑOR.

Alégrate; No tengas miedo; Para Dios no hay nada imposible. Tres palabras que Dios le dice a María y nos la dice a tod@s. Es un estilo de vida, son consignas que nos llenan de vida para celebrarla y compartirla. Hoy celebro mis 37 años de ministerio sacerdotal. Lo agradezco a Dios y a la Virgen; a mis padres que me regalaron la fe; y a tod@s l@s hermanos y hermanas con que he compartido mi vida en tantos años. Tantas hermanas y hermanos, religiosas y religiosos, curas y diáconos, los obispos que me han guiado; las hermanas y hermanos de la Fraternidad Misionera...Pido al Señor que l@s bendiga a tod@s y cada un@ por tanto amor evangélico que me ha ayudado ha seguir el camino en los momentos críticos de mi vida. Me han alentado a vivir con alegría, a no tener miedo y saber que para Dios no hay nada imposible. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

📌 La Diócesis de Quilmes se prepara para la Cena de Nochebuena en su 10ma edición

📆 El sábado 24 de diciembre la Diócesis de Quilmes ofrecerá la cena de Nochebuena para personas que están solas o en situación de calle en su décima edición, con el propósito de que nadie reciba la Navidad solo. Esta cena se dará en la Catedral de Quilmes (Rivadavia 355, Quilmes) y estará animada con el lema "En Navidad renacen la esperanza y la alegría".


🗣️ Se recibirán colaboraciones para preparar esta fiesta:


💬 Entrada: empanadas, tartas, fiambres, matambre, snacks.

Plato principal: pollo y carnes asados, ensaladas (sin condimentar).

Brindis: pan dulce, confituras, espumantes.

Bebidas: jugos y gaseoas (sin alcohol).


👉🏼 Además, se necesitarán juguetes, toallas, utensilios para servir, copas, cubiertos, fuentes y repasadores.


⛪ Todas las colaboraciones se recibirán en la Catedral de Quilmes el jueves 22 de diciembre de 17 a 20, el viernes 23 de 17 a 20, y el sábado 24 de 10 a 19 h.


ℹ️ También se puede hacer un aporte económico a través de una transferencia:

Banco COMAFI - Razón Social: Obispado de Quilmes - Sucursal Florencio Varela

CUIT 30-63492428-7 CTA CTE 0980-0029/4

CBU 299009809800029240008, Alias: obisquil

(Por favor, enviar comprobantes a secretariaobisquil@gmail.com o al 11 3209-0327)




📲 Agradecemos la difusión de esta información

viernes, 16 de diciembre de 2022

Evangelio del viernes 16 de diciembre: Juan 5,33-36.

Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad.

No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes.

Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz.

Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado.

PALABRA DEL SEÑOR.


Jesús acredita con hechos y palabras que es el enviado del Padre. No hay que distraerse con la luz que representa Juan. En este adviento nos preguntamos qué hechos y palabras de Jesús nos conmueven en la vida cotidiana. Situaciones que den contundencia a nuestra fe y compromiso. No quedarnos en la fragilidad de ocasiones en que la pequeña luz de Juan ilumina nuestras vidas. Con Jesús hay que ir a fondo. No perdamos el verdadero sentido de la Navidad que no se resuelve con la luz de un arbolito o escribiendo a Papá Noel sino contemplando el pesebre de Belén, que es la esencia de nuestra espiritualidad y las Navideñas. La sencillez de vida y alegría que genera la llegada de Jesús a vivir con nosotr@s. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

📌 Tercera Semana de Adviento en Camino Sinodal

🗣️ Compartimos el material con las propuestas para celebrar la tercera semana de Adviento de manera comunitaria, preparado por el Consejo Diocesano para el Camino Sinodal. En esta oportunidad se invita a trabajar sobre "El trabajo en equipo".


🎦 Video de presentación de esta semana:



🖥️👉🏼 El material de esta semana se puede ver y descargar en www.obisquil.org.ar


📲 Agradecemos la difusión de esta información.

jueves, 15 de diciembre de 2022

“¿Qué salisteis a ver en el desierto?” (Mt 11,7)

 Libro de Isaías 54,1-10.

¡Grita de alegría, estéril, tú que no has dado a luz; prorrumpe en gritos de alegría, aclama, tú que no has conocido los dolores del parto! Porque los hijos de la mujer desamparada, son más numerosos que los de la desposada, dice el Señor.

¡Ensancha el espacio de tu carpa, despliega tus lonas sin mezquinar, alarga tus cuerdas, afirma tus estacas!

Porque te expandirás a derecha y a izquierda, tu descendencia poseerá naciones enteras y poblará ciudades desoladas.

No temas, porque no te avergonzarás: no te sonrojes, porque no serás confundida: olvidarás la ignominia de tu adolescencia y no te acordarás del oprobio de tu viudez.

Porque tu esposo es aquel que te hizo: su nombre es Señor de los ejércitos; tu redentor es el Santo de Israel: él se llama "Dios de toda la tierra".

Sí, como a una esposa abandonada y afligida te ha llamado el Señor: "¿Acaso se puede despreciar a la esposa de la juventud?". dice el Señor.

Por un breve instante te dejé abandonada, pero con gran ternura te uniré conmigo;

en un arrebato de indignación, te oculté mi rostro por un instante, pero me compadecí de ti con amor eterno, dice tu redentor, el Señor.

Me sucederá como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé ni inundarían de nuevo la tierra: así he jurado no irritarme más contra ti ni amenazarte nunca más.

Aunque se aparten las montañas y vacilen las colinas, mi amor no se apartará de ti, mi alianza de paz no vacilará, dice el Señor, que se compadeció de ti.


Salmo 30(29),2.4.5-6.11-12a.13b.

Yo te glorifico, Señor, porque tú me libraste

y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí.

Tú, Señor, me levantaste del Abismo

y me hiciste revivir,

cuando estaba entre los que bajan al sepulcro.


Canten al Señor, sus fieles;

den gracias a su santo Nombre,

porque su enojo dura un instante,

y su bondad, toda la vida:

si por la noche se derraman lágrimas,

por la mañana renace la alegría.


«Escucha, Señor, ten piedad de mí;

ven a ayudarme, Señor.»

Tú convertiste mi lamento en júbilo,

¡Señor, Dios mío, te daré gracias eternamente!


Evangelio según San Lucas 7,24-30.

Cuando los enviados de Juan partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?

¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que llevan suntuosas vestiduras y viven en la opulencia, están en los palacios de los reyes.

¿Qué salieron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta.

El es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.

Les aseguro que no hay ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él.

Todo el pueblo que lo escuchaba, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan.

Pero los fariseos y los doctores de la Ley, al no hacerse bautizar por él, frustraron el designio de Dios para con ellos.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.


San Carlos de Foucauld (1858-1916)

ermitaño y misionero en el Sahara

Carta al Padre Jerónimo, 19 mayo 1898


“¿Qué salisteis a ver en el desierto?” (Mt 11,7)

Hay que atravesar el desierto y permanecer en él para acoger la gracia de Dios. Es aquí donde uno se vacía de sí mismo, donde uno echa de sí lo que no es de Dios y donde se vacía esta pequeña casa de nuestra alma para dejar todo el lugar para Dios sólo. Los hebreos pasaron por el desierto, Moisés vivió en el desierto antes de recibir su misión, San Pablo, San Juan Crisóstomo se prepararon en el desierto... Es un tiempo de gracia, un período por el cual tiene que pasar todo el mundo que quiera dar fruto. Hace falta este silencio, este recogimiento, este olvido de todo lo creado, en medio del cual Dios establece su reino y forma en el alma el espíritu interior: la vida íntima con Dios, la conversación del alma con Dios en la fe, la esperanza y la caridad. Más tarde el alma dará frutos exactamente en la medida en que el hombre interior se habrá ido formando en ella. (cf Ef 3,16)...

Sólo se puede dar lo que uno tiene y es en la soledad, en esta vida solo con Dios solo, en el recogimiento profundo del alma donde olvida todo para vivir únicamente en unión con Dios, que Dios se da todo entero a aquel que se da también sin reserva. ¡Date enteramente a Dios solo...y él se te dará todo entero a ti... Mira San Pablo, San Benito, San Patricio, San Gregorio Magno, tantos otros ¡qué tiempos tan largos de recogimiento y de silencio! Sube más arriba: mira San Juan Bautista, mira Nuestro Señor. Nuestro Señor no tenía necesidad, pero ha querido darnos un ejemplo.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Evangelio del miércoles 14 de diciembre: Lucas 7,19-23.(SAN JUAN DE LA CRUZ)

Los envió a decir al Señor: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?".

Cuando se presentaron ante él, le dijeron: "Juan el Bautista nos envía a preguntarte: '¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?'".

En esa ocasión, Jesús curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos.

Entonces respondió a los enviados: "Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres.

¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!". 

PALABRA DEL SEÑOR.



Jesús muestra la alegría de Dios con hechos concretos. Es lo que responde a los discípulos de Juan Bautista: Cuentenlé lo que han visto y oído. Se ve una humanidad que va recuperando su belleza y dignidad. Y eso es lo que Dios y la humanidad esperan de nosotr@s l@s cristian@s: que trabajemos por una humanidad nueva, recuperada, Bella. Para eso nos tenemos que comprometer y poner el cuero por quienes padecen vivir por sus condiciones de vida. Es lo que supo hacer el Maestro. Se sumergió en el dolor de los pobres de su tiempo para hacer nuevas todas las cosas. Se espera lo mismo de nosotr@s. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

Los Institutos Superiores del Obispado de Quilmes abrieron su inscripción para el Ciclo Lectivo 2023

 Los Instituto Superiores del Obispado de Quilmes abrieron sus inscripciones para el Ciclo Lectivo 2023. Con bonificación del 100% de la matrícula y 50% de la cuota para ingresantes a 1er año 2023, que sean egresados de los colegios secundarios pertenecientes al Obispado de Quilmes.


A continuación compartimos las carreras y el contacto de Whatsapp de cada Instituto para que las personas interesadas puedan contactarse, hacer averiguaciones e inscribirse.


Institutos superiores:

Instituto Superior Monseñor Jorge Novak
(Av. Calchaquí 4949, Quilmes Oeste)
11 2866-5133
▪️ Prof. Biología
▪️ Prof. Inglés 
▪️ Prof. Química
▪️ Téc. Higiene y seguridad 

Instituto Superior del Prof. Verbo Divino
(Av. Calchaquí 4949, Quilmes Oeste)
11 5624-3987
▪️ Prof. Lengua y Literatura
▪️ Prof. Historia
▪️ Prof. Geografía

Instituto Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
(Av. Calchaquí 4949, Quilmes Oeste)
11 4437-1762
▪️ Prof. Educación Inicial
▪️ Prof. Educación Primaria

Instituto del Profesorado Espíritu Santo
(Av. Calchaquí 4949, Quilmes Oeste)
11 3872-1988
▪️ Prof. Matemática
▪️ Prof. Educación física
▪️ Prof. Economía y gestión
▪️ Téc. Psicopedagogía 

Instituto Superior Manuel Belgrano
(Calle 151 Nº 1057, Berazategui)
11 4974-4915
▪️ Prof. Inglés 

Instituto Superior Santa Lucía
(Quintana 72, Florencio Varela)
11 2378-9533
▪️ Prof. Educación inicial 
▪️ Prof. Matemática


Se agradece la difusión de esta información.

martes, 13 de diciembre de 2022

Virgen de Guadalupe





 

Evangelio del martes 13 de diciembre: Mateo 21,28-32.(SANTA LUCÍA)

Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:

"¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: 'Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña'.

El respondió: 'No quiero'. Pero después se arrepintió y fue.

Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: 'Voy, Señor', pero no fue.

¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?". "El primero", le respondieron. Jesús les dijo: "Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios.

En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él".
PALABRA DEL SEÑOR.

 



Santa Lucía, virgen y mártir

Memoria de santa Lucía, virgen y mártir, la cual, mientras vivió, conservó encendida la lámpara esperando al Esposo, y llevada al martirio en Siracusa, ciudad de Sicilia, mereció entrar con Él a las bodas y poseer la luz indefectible.

La fiesta de Santa Lucía es celebrada en Occidente y Oriente el mismo día, 13 de diciembre, y su nombre figura en el canon romano de la misa («Canon I»). Sus actas legendarias carecen de valor histórico, pero han tenido tal difusión, que no deben dejarse de lado, ya que forman parte indisoluble de la iconografía y el culto. Según esa historia tradicional, Lucía nació de ricos y nobles padres hacia el año 283; su padre era de origen romano, pero su temprana muerte la dejó a cargo de su madre, cuyo nombre, Eutychia, parece indicar un origen griego. Como muchos de los primeros mártires, Lucía había consagrado su virginidad a Dios, y esperaba poder dedicar todos sus bienes materiales al servicio de los pobres. Sin embargo, no había obtenido autorización de su madre para hacerlo, e incluso había sido prometida a un joven pagano.

Sin embargo, Eutychia sufría de una hemorragia que no se le curaba, y Lucía la persuadió de emprender juntas una peregrinación a Catania, a unos 80 km de Siracusa, donde estaba la tumba de santa Ágata, virgen y mártir de la persecución de Decio, unos 50 años antes, en la que se obraban muchos milagros. La madre de Lucía resultó allí curada, y Lucía pudo persuadirla de que le permitiera realizar sus proyectos de consagración y caridad. Pero su prometido, despechado, la denunció a Pascasio, el gobernador de Sicilia, en el año 303, durante la feroz persecución de Diocleciano.

Primero fue condenada a ser entregada a la infamia en un prostíbulo, pero con la fuerza de Dios quedó inmóvil y los guardias no la pudieron llevar. Quisieron entonces quemarla, pero de nuevo Dios la salvó. Por último, fue condenada a a morir por la espada. Pero antes de morir predijo el castigo de Pascasio y el pronto fin de la persecución, añadiendo que Diocleciano no reinaría más, y Maximiano encontraría su fin. Así que, fortalecida por el Pan de Vida, ganó la corona de la virginidad y el martirio. Algunas variantes de la leyenda, muy posteriores a las Actas, añaden historias relativas a sus ojos, por ejemplo que les fueron arrancados, pero igual podía ver, o que ella misma se los quitó para darlos a una joven que envidiaba su belleza. Este tema pictórco-simbólico, que se refleja en la iconografía en la que Lucía suele llevar sus propios ojos en una bandeja, probablemente venga sugerido más por el significado del nombre («luminosa») que por detalles milagrosos de la historia.


Abrazo y bendición!

viernes, 2 de diciembre de 2022

Cena de Nochebuena

 🔊 CONVOCATORIA de servidores para la Cena de Nochebuena en su 10ma edición




🗣️ El viernes 24 de diciembre la Diócesis de Quilmes ofrecerá la cena de Nochebuena para personas que están solas o en situación de calle en su décima edición, con el propósito de que nadie reciba la Navidad solo. 

⛪ Esta cena se dará en la Catedral de Quilmes (Rivadavia 355, Quilmes) y estará animada con el lema "En Navidad renacen la esperanza y la alegría".

👉🏼 Para la preparación de esta importante actividad se convoca a las personas que quieran sumarse como voluntarios o servidores a la primera reunión que se realizará el viernes 02 de diciembre a las 19.00 en la sede del Departamento de Laicos (Calchaquí 1371, Quilmes Oeste, frente a la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes).

🔜 Entre otras cosas, se necesitarán juguetes, toallas, utensilios para servir, copas, cubiertos, fuentes y repasadores. En los próximos días se ofrecerán más detalles.

📲 Agradecemos la difusión de esta información

Evangelio del viernes 2 de diciembre: Mateo 9,27-31.

Cuando Jesús se fue, lo siguieron dos ciegos, gritando: "Ten piedad de nosotros, Hijo de David".

Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: "¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?". Ellos le respondieron: "Sí, Señor".

Jesús les tocó los ojos, diciendo: "Que suceda como ustedes han creído".

Y se les abrieron sus ojos. Entonces Jesús los conminó: "¡Cuidado! Que nadie lo sepa".

Pero ellos, apenas salieron, difundieron su fama por toda aquella región. 

PALABRA DEL SEÑOR.




Estamos cieg@s de muchas cosas. Cegueras que no nos permiten avanzar por el camino de la vida, sino que nos tropezamos con nuestros propios EGOS. En Adviento es bueno pedirle a Jesús la luz del Evangelio para recuperara la luz que nos vaya transformando en personas plenas, iluminadas y luminosas, haciéndonos cargo de nuestra ceguera y ayudando a l@s demás a recuperar la vista y no reprocharles "Estás cieg@".
En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.

📌 Segunda Semana de Adviento en Camino Sinodal

🗣️ Compartimos el material con las propuestas para celebrar la segunda semana de Adviento de manera comunitaria, preparado por el Consejo Diocesano para el Camino Sinodal. En esta oportunidad se invita a trabajar sobre "el Futuro".

🎦 Video de presentación de esta semana:


🖥️👉🏼 El material de esta semana se puede ver y descargar en www.obisquil.org.ar

📲 Agradecemos la difusión de esta información.

jueves, 1 de diciembre de 2022

Evangelio del jueves 1 de diciembre: Mateo 7,21.24-27.

Jesús dijo a sus discípulos:

"No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca.

Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.

Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena.

Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande". 

PALABRA DEL SEÑOR.


El fundamento de nuestras vidas es la Palabra en el Evangelio. De eso se trata de construir sobre roca o sobre arena. Si en nuestras vidas no nos manejamos con los criterios de Jesús: su sentir, pensar y hacer serán inútiles nuestros esfuerzos para sostener con firmeza y alegría nuestro proyecto de vida. En Adviento es bueno ahondar en los cimientos de nuestra vida, de nuestra casa. En el silencio y la quietud invocamos el Nombre de Jesús.


Abrazo y bendición!

miércoles, 30 de noviembre de 2022

🔥🕊️LOS CINCO MINUTOS DEL ESPÍRITU SANTO🕊️🔥

Autor: Monseñor Victor Manuel Fernández.

Editorial Claretiana

Miércoles 30 de Noviembre, 2022

El Espíritu Santo es vida y derrama vida. A veces creemos que él sólo nos lleva a entrar en nuestro interior y a apartarnos del mundo. Pero es al revés, porque el Espíritu Santo llena todo el universo, y él espera que sepamos unirnos a todas las creaturas y a disfrutar del mundo.

En el universo hay mucha alegría, porque la alegría existe cuando uno es lo que debe ser, lo que Dios quiere que sea. Las estrellas, que ocupan su lugar en el cielo y brillan bellamente, cumplen la voluntad divina, y por eso en ellas hay alegría; una planta que crece cumple la voluntad de Dios, y en ella hay alegría; un pájaro que fabrica su nido sigue su instinto, y en él hay mucha alegría.

Todo el universo es como una canción de gozo. Pidamos al Espíritu Santo, que está en todas las cosas, que nos ayude a descubrirlo así, y encontremos nuestra propia alegría.

 

                             Amén

                          💫🕊️💫

I Domingo de Adviento

Mateo 24, 37-44

En aquél tiempo Jesús dijo a sus discípulos:

Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada.

Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.

Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.

Palabra del Señor


Comentario

Comenzamos a partir de hoy, en este domingo, un nuevo año litúrgico, un nuevo año de la Iglesia. Quiero aclarar algunas cuestiones que creo que nos pueden ayudar a caminar “de la mano” de la Iglesia, de manera especial, en estas semanas. El año de la Iglesia, el año litúrgico, empieza con el tiempo de Adviento, uno de los tiempos llamados “fuertes”, en los que especialmente nos concentramos, por decir así, en “temas” fundamentales de nuestra fe. Básicamente en cada año, la Iglesia Madre busca que cada creyente pueda celebrar, revivir y llevar a su vida, la misma vida de nuestro Jesús. El año litúrgico no pretende ser un especie de “repaso histórico” de la vida del Salvador, sino más bien, un introducirnos en su misma Vida, conociendo, asimilando y amando todo lo que hizo y ser consientes de su obrar constante en el mundo. No es simple recuerdo, sino pasado que afirma la fe, presente que alegra y anima, y futuro que da esperanza.

Intentaremos seguir paso a paso lo que la Palabra de Dios nos va proponiendo. En este adviento y durante los domingos de este año, corresponde que nos dejemos acompañar por el Evangelio de San Mateo. Algo importante para empezar: el adviento, es que, no es únicamente, como se dice a veces, preparación para la Navidad, para celebrar la primera venida del Señor a la tierra,  sino también preparación para la definitiva y última venida de Jesús, al final de los tiempos y conciencia de su presencia constante entre nosotros. Por eso es necesario respetar con paciencia las lecturas de estos domingos. A modo de resumen y para que comprendas lo que se vendrá, te muestro lo central de cada domingo hasta la navidad, con una palabra que resume el mensaje esencial: En este domingo el mensaje central es… “Estén prevenidos y preparados”. El llamado es a despertarse. En el 2° domingo la frase sería… “Preparen el camino del Señor”. Se muestra la necesidad de convertirse. En el 3° domingo…“Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro” y la invitación es a sorprenderse y finalmente en el 4° domingo todo se concentra en el nacimiento…“Jesús nacerá de María, comprometida con José, hijo de David. Y la palabra sería, recibir.

Quería que hoy nos centremos en esta imagen, tan humana, tan nuestra, y tan del adviento. Despertarse. Venimos de alguna manera en estos últimos días hablando de esto. La Palabra no quiere darnos miedo, pero si quiere despertarnos. ¿Despertarnos de qué? ¿Estamos dormidos o somnolientos? Traté de graficarlo ayer cuando hablamos de la “anestesia mundana”, “epidemia consumista”. El adviento es tiempo de “salir” del sueño en el que a veces andamos. Esa actitud tan humana de andar metidos en lo cotidiano, en el tener poco tiempo para el Señor, incluso poco tiempo para nosotros, para nuestra familia. Tenemos tiempo, pero ocupado, en miles de cosas que nos terminan “absorbiendo” y sumergiendo solo en el “hacer”. ¿No es verdad esto? ¿No es verdad que casi no tenemos tiempo para reflexionar? ¿No es verdad que tenemos muchas veces tiempo para divertirnos y no hacer “nada” pero no tenemos tiempo real para frenar y pensar o rezar?

Para empezar este tiempo  la Palabra de Dios nos pega el grito: Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.

Despiértense, dense cuenta que Jesús está y que además algún día vendrá. Ya está pero todavía tiene que venir, aunque parezca contradictorio. En realidad se podría decir que vendrá porque una vez ya vino y está con nosotros. Estamos en un tiempo para que también descubramos que cada acontecimiento de la vida es como un gesto o una caricia que Dios nos da para llamarnos la atención y que no nos olvidemos de Él, para hacernos acordar que llegará un día en el que nos dará un abrazo para siempre. ¡Qué lindo tiempo para frenar un poco, despertarse e ir escribiendo día a día en qué cosas percibimos el amor de Dios! ¿Te animás? ¿Te imaginás llegar a la celebración de la Navidad habiendo escrito cada día la certeza de que Jesús está con nosotros y que no podemos olvidarnos de que además lo esperamos con ansias? ¿No nos ayudaría eso a mirar la realidad con otros ojos, a cambiarnos los anteojos?

Vamos a despertarnos, hagamos el esfuerzo. Vamos a despertarnos juntos, escuchando siempre la Palabra, esa palabra que nos saca de nuestras comodidades y preocupaciones innecesarias. Vamos a despertarnos y pedir salir de una vez por todas de esos pecados y vicios que nos atan. Vamos a despertarnos en este adviento y darnos cuenta que no vale la pena correr tanto a fin de año, no tiene sentido. Vamos a pedirle a Jesús que nos ayude a estar prevenidos, a no estar como tantos únicamente comiendo y bebiendo, aunque sea necesario.

Dejémonos conducir por su Palabra, dejémonos llevar con docilidad y obediencia por los caminos que Él quiera, serán mucho mejores que los nuestros. Él está siempre con nosotros.