Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.
No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre,
que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.
No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.
Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.
Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
PALABRA DEL SEÑOR.
El Padre nuestro desde el otro lado.
Por José María Rodríguez Olaizola,SJ.
Hijo mío, que estas en la tierra
haz que tu vida sea
el mejor reflejo de mi nombre.
Adéntrate en mi Reino
en cada paso que des,
en cada decisión que tomes,
en cada caricia y cada gesto.
Constrúyelo tú por mi, y conmigo.
Esa es mi voluntad
en la tierra como en el Cielo.
Toma el pan de cada día
consciente de que es un privilegio y un milagro.
Perdonó tus errores,
tus caídas, tus abandonos,
pero haz tú lo mismo
con la fragilidad de tus hermanos.
Lucha por seguir el camino correcto en la vida
que yo estaré a tu lado,
y no tengas miedo
que el mal no ha de tener en tu vida
la última palabra.
Amén.
Sea Jesús Nuestra Salvación
Abrazo y bendición!
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