No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.
Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí.
Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.
PALABRA DEL SEÑOR.
En este texto aparece la regla de oro del Evangelio. Es revolucionaria, por eso se necesita mucha valentía para participar de la misma. Si se aplica cambia el mundo, el rumbo de la humanidad diametralmente: "Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto". En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.
Abrazo y bendición!
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