Le enviaron después a unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones.
Ellos fueron y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarla o no?".
Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: "¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario".
Cuando se lo mostraron, preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?". Respondieron: "Del César".
Entonces Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.
PALABRA DEL SEÑOR.
Los judíos no aceptaban imágenes porque lo consideraban una idolatría. Por eso Jesús piden que vean la moneda y de quién es la imagen de idolatría: "al César lo que es del César" y a "Dios lo que es de Dios". Hoy en este capitalismo invasivo y desbordado, se ha logrado que millones de personas sean idólatras adorando al dólar, al euro, a las criptomonedas, abandonando la amistad con Dios. Donde está tu tesoro está tu corazón. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.
Abrazo y bendición!
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