jueves, 27 de junio de 2024

La Asamblea Diocesana de Posadas reunió a más de 400 participantes

Con el lema "Hacia una Iglesia pobre para los pobres", representantes de parroquias, instituciones educativas y movimientos se reunieron, el día 20, en el Instituto Superior "Antonio Ruiz de Montoya".


Más de 400 representantes de parroquias, instituciones educativas y movimientos pastorales de la diócesis de Posadas se congregaron, el pasado jueves 20 de junio, en el Instituto Superior "Antonio Ruiz de Montoya" para una nueva Asamblea Diocesana.

Este año, el lema "Hacia una Iglesia pobre para los pobres" guio la reflexión. Ese mismo lema marcará el rumbo de los próximos dos años en la diócesis, con las conclusiones de los trabajos realizados y que se están sistematizando.

Las actividades del 20 de junio se iniciaron con la celebración de una misa, presidida por el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, y concelebrada por los sacerdotes y diáconos.

En el inicio de la homilía, el prelado expresó "una profunda acción de gracias a Dios en esta mañana, porque podemos vivir este momento, que es tan eclesial, y lo podemos hacer como Pueblo de Dios".

Durante la homilía, monseñor Martínez comentó que la vida sinodal y el caminar sinodalmente, en asamblea, no es algo nuevo en la Iglesia, sino una manera de ser de la Iglesia. En relación al lema seleccionado, aclaró que "es parte esencial del ser cristiano el ocuparnos de los pobres, ser una Iglesia pobre para evangelizar a los pobres".

En ese sentido, planteó que "podemos ser una Iglesia pobre cuando lo tenemos a Dios como nuestro Padre Misericordioso. Si está Él realmente en nuestros corazones y en la Iglesia, esto nos libera de tener otros absolutos o ídolos".


"Una Iglesia pobre es la que puede anunciar el Reino de Dios a todos, privilegiando a los más pobres. No podríamos ser cristianos sin este amor por todos, pero sobre todo por los más necesitados. Él mismo nos enseña en cada acción, cuando damos de comer a un pobre, cuando visitamos a un enfermo o un preso", añadió. Por ello, consideró que "es un objetivo necesario en nuestro tiempo, tan individualista y mercantil, tener caridad, porque esto es lo que nos dará peso".

Como era el día de la Bandera Argentina, antes de finalizar la misa, se entonó el Himno Nacional Argentino. Luego de la celebración, tuvo lugar una iluminación a cargo del obispo y, luego de un recreo y desayuno comunitario, se pasó a trabajar en tres grandes ejes de reflexión central, sobre el accionar de la Iglesia como respuesta a la pobreza a través de cada una de las estructuras diocesanas (parroquias, instituciones educativas, movimientos y pastorales).

Finalizado ese momento, los asambleístas se dividieron en pequeños grupos de trabajo, para continuar la reflexión y elaborar acciones concretas para atender y acompañar a quienes se encuentran en situaciones más vulnerables, reflejando de este modo "la opción preferencial por los pobres".

Como cierre de la jornada, se vivió un momento especial mariano, de consagración a Nuestra Señora de Loreto, y se realizó la lectura de una proclama elaborada por todos los asambleístas participantes.+

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