viernes, 30 de agosto de 2024

30 de agosto: Viernes Joven

Como cada último viernes de mes, la Pastoral Vocacional de la Diócesis de Quilmes, con la adeshión de la Pastoral de Juventud, invita al Viernes Joven, que se desarrollará el próximo 30 de agosto a partir de las 19.30 en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Av. Calchaquí 4949, Quilmes Oeste).

Es una propuesta de encuentro, oración y compartir diferente, que se inspira en las invitación del Papa Francisco a los jóvenes: "déjense fascinar por Jesús" y  "denle cabida y econtrarán la felicidad en su seguimiento".


Para más información: Instagram.com/vocacion.quilmesFacebook.com/pastoral.vocacional.quilmes



Se agradece la difusión de esta información.


Saludo muy atentamente.

Septiembre: Mes de la Biblia

Presentamos las actividades propuestas por la Comisión Bíblica de la Diócesis de Quilmes para Septiembre, mes de la Biblia.


- Jornada Bíblica Diocesana:

El 01 de septiembre, primer domingo de mes, de 9 a 18 h se llevará a cabo en la parroquia Sagrado Corazón de Quilmes (Sáenz Peña 1439, Quilmes). 

El tema de esta jornada será “La Biblia y los jóvenes”, y estará animada por la pastora Paula Fogel, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP). 


Invitación: https://youtube.com/shorts/jNGOKNfc6Mk


- Encuentro Bíblico Ecuménico: 

Junto a la comisión de Ecumenismo, Diálogo Interreligioso y otras religiones, se invita a participar de este encuetro el 14 de septiembre, 3er sábado del mes, de 15 a 17 h, en la Iglesia Metodista de Bernal (Chacabuco 641, Bernal). 



Para más información escribir a quilmes.cbd@gmail.com o en Facebook.com/Comisionbiblicaquilmes



Se agradece la difusión de esta información.


Saludo con estima

Salud del Padre Miguel Hrymacz y del Padre Miguel Di Cosmo, y oración por los enfermos


En esta oportunidad acercamos las novedades en el estado de salud del Padre Miguel Hrymacz y del Padre Miguel Di Cosmo, al tiempo que renovamos el pedido de oración por ellos, por las personas enfermas y en dificultad, y por quienes se encomiendan a nuestras plegarias.

Sobre el Padre Miguel Hrymacz: Ayer, jueves 29 de agosto, le hicieron una intervención en la que le colocaron dos stents, y ha salido muy bien. Él está en perfecto estado y de muy buen ánimo. En este momento se encuentra en observación y, de mantenerse de esta manera, le darán pronto el alta.

Sobre el Padre Miguel Ángel Di Cosmo: Continúa en unidad coronaria y se recupera bien del stent que le colocaron. El equipo médico no prevee colocarle otro. Continúa con antibióticos para la erisipela. El jueves 29 de agosto almorzó con mucho apetido, y es un bien síntoma. De continuar de esta manera, lo pasarán a una habitación para que empiece a tener más movimiento.


Damos gracias a Dios por estas novedades y seguimos rezando, por intercesión del Siervo de Dios Jorge Novak por la salud de estos hermanos y por todos los enfermos.



Se agradece la difusión de esta información.

Evangelio del viernes 30 de agosto: Mateo 13,44-46.

Santa Rosa de Lima, virgen, Patrona de América Latina


Jesús dijo a la multitud:

"El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.

El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas;

y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró."
PALABRA DEL SEÑOR.

Santa Rosa de Lima es nuestra patrona. Se consagró como laica dominica en Lima, y vivió una vida de absoluta austeridad y amor y servicio a los pobres. Encontró el tesoro y lo dio todo para comprar el campo. Ella nos invita a seguir su camino espiritual de poder despojarnos de todo lo que nos impide amar a Dios y al ser humano como ama Dios. Eso nos llevará a una vida de austeridad y fraternidad solidaria. En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.

Abrazo y bendición!

jueves, 29 de agosto de 2024

Evangelio del jueves 29 de agosto: Marcos 6,17-29.

MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA

Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado.

Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano".

Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía,

porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.

Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea.

La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo daré".

Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".

Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?". "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta.

La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".

El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla.

En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan.

El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.

Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron. 

PALABRA DEL SEÑOR.


Liturgia bizantina

Odas y estiqueros de las maitines del 29/08 (trad. frm©evangelizo.org)

« Precursor de Cristo en la muerte como en la vida»

            Profeta nacido de un profeta (Lc 1,67), bautizaste al Señor, fuiste «la voz que grita en el desierto: Arrepiéntanse» (Mt 3,2), reprendiste a Herodes por su impío libertinaje. Es por eso que corriste para anunciar el Reino de los Cielos a los que estaban cautivos adónde descansan los muertos…


            Precursor como profeta, baptizador y mártir como voz del Verbo, su mensaje, su antorcha, tú el más grande de los profetas según el testimonio dado por Dios (Mt 11,9), implora al Señor que salve de toda prueba y de toda desgracia a los que festejan con amor tu radiante memoria. (…)


            Vengan todos los pueblos, celebremos al profeta, mártir y baptizador del Salvador: es él, que como un ángel en carne (Mc 1,2 griego) reprendió a Herodes por su injusta relación, condenando su incorrecta acción. Pero a causa de una danza y de un juramento, decapitaron la venerable cabeza de aquél que anuncia hasta en los infiernos la buena nueva de la resurrección de entre los muertos y que sin cesar intercede ante el Señor por la salvación de nuestras almas.


            Vengan, todos los fieles, celebremos al profeta, mártir y baptizador: yéndose al desierto encontró su descanso, alimentándose de saltamontes y de miel salvaje; reprendió al rey que violaba la ley. Y nosotros, los temerosos, nos exhortaba diciendo: «Conviértanse, porque el Reino de los cielos está cerca».


Abrazo y bendición

miércoles, 28 de agosto de 2024

S. Agustín, obispo de Hipona y doctor de la Iglesia


Agustín nace el 13 de noviembre del 354 en Tagaste, África. Es educado en la fe católica por su madre Mónica, pero no sigue su ejemplo. Adolescente vivaz, agudo y exuberante, acomete el estudio de la retórica y su rendimiento es excelente. Ama la vida y sus placeres, cultiva amistades, experimenta las pasiones amorosas, adora el teatro, busca diversiones y entretenimientos. En Cartago, donde sigue con sus estudios, se enamora de una joven; como es de rango inferior al suyo, puede convertirla sólo en su concubina. Fruto de esta relación nace Adeodato. Agustín, padre con tan sólo 19 años, es fiel a su mujer, y asume la responsabilidad de la familia. Pero la lectura del Hortensio de Cicerón, cambia su modo de ver las cosas. La felicidad, escribe el gran orador, consiste en los bienes que no terminan: la sabiduría, la verdad, la virtud. Agustín decide así tornar en su búsqueda.


La búsqueda de la Verdad

Comienza con la Biblia, pero, habituado como está, a textos altisonantes, la encuentra ramplona e ilógica. Se interesa entonces por el maniqueísmo. De vuelta a Tagaste abre una escuela de gramática y retórica con la ayuda de un benefactor, pero la vida que lleva no le satisface y vuelve a Cartago, anhelando un futuro mejor. Sin embargo sigue estando insatisfecho. Su sed de Verdad no se apaga con la doctrina maniquea. El joven y prometedor rector busca entonces nuevas lides, y en el 382 se muda a Roma con su compañera y su hijo, a escondidas de la madre, que en tanto, lo había ido a buscar a Cartago. En la capital, Agustín mantiene el contacto con los maniqueos, de los cuales recibe sustento y apoyo. Comprenderá después, que la Providencia actúa incluso en las decisiones equivocadas. Su carrera va a toda vela, en el 384 obtiene la cátedra de Retórica en Milán, pero a pesar de todo, la inquietud interior todavía lo atormenta.

La conversión: “Toma y lee”

La ambición se sacia, pero no el corazón. Para afinar su “ars oratoria” escucha los sermones del obispo Ambrosio. Quiere observar su capacidad dialéctica y sin embargo las palabras le tocan en lo más profundo. Mientras está en Milán, la madre Mónica permanece a su lado y en las oraciones. Acercándose cada vez más a la Iglesia católica, Agustín se define en este momento como catecúmeno: ahora le hace falta una esposa cristiana más que una concubina. La mujer que ha convivido con él durante años, vuelve a África. Todavía inquieto, Agustín devora textos de filosofía y se sumerge en la Sagrada Escritura. Es tentado por la experiencia de los pensadores griegos, atraído por el estilo de vida de los ascetas cristianos, pero no se decide. Un día de agosto del 386, desorientado y confuso, dejándose ir en un llanto roto y desesperado, siente una voz que dice: “¡Toma y lee!”. Lo considera una invitación a volverse hacia las Cartas de San Pablo, que reposan sobre una mesa y abrirlas. “Comportémonos honestamente, como a plena luz del día,: no como si estuviéramos en medio de orgías y borracheras, ni entre lujuria e impureza, ni tampoco en litigios y envidias. Revestíos del Señor Jesucristo y no os dejéis tomar por los deseos de la carne” (Rm 13, 13-14). Esta lectura lo fulgura. Decide cambiar de vida y dedicar todo su ser a Dios. Es bautizado por Ambrosio en la noche entre el 24 y el 25 de abril del 387 y ya deseando volver a África, parte de vuelta a Roma para embarcarse en Ostia. Aquí muere la madre Mónica.


La primera comunidad agustiniana y el ministerio episcopal

Es en Tagaste dónde Agustín funda su primera comunidad. Entre finales del 390 y el inicio del 391 se encuentra casualmente en Hipona, en la basílica dónde el obispo Valerio está hablando a sus fieles de la necesidad de un presbítero para su diócesis. Entre aclamaciones del pueblo, Agustín es presentado delante del prelado y ordenado sacerdote. Convencido de vivir entregado a Dios, estudiando y meditando las Escrituras, comprende que ha sido llamado para otra cosa. Es nombrado Obispo de Hipona, sucediendo a Valerio, y deja numerosos escritos en los que consigue conciliar fe y razón. Entre estos, El libre arbitrio, La Trinidad, La ciudad de Dios. Mención especial merecen Las confesiones, en las que Agustín se cuenta a sí mismo, dejando emerger de forma magistral su interioridad, la historia de su corazón.


Citaciones:

  •  Nos has hecho para ti Oh Señor, y nuestro corazón no descansa hasta que no reposa en ti. (Confesiones 1, 1, 1)

  • No salgas fuera, entra en ti mismo: en el ser interior vive la verdad. (La verdadera religión 39, 72)
  • Nadie puede atravesar el mar de este siglo, si no es llevado por la cruz de Cristo…no abandone la cruz y la cruz lo llevará. (Comentario al Evangelio de San Juan 2, 2)





 

Evangelio del miércoles 28 de agosto: Mateo 23,27-32.

SAN AGUSTÍN DE HIPONA


¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre!

Así también son ustedes: por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad.

¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan las tumbas de los justos,

diciendo: 'Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no nos hubiéramos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas'!

De esa manera atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas.

¡Colmen entonces la medida de sus padres! 

PALABRA DEL SEÑOR. 


San Agustín de Hipona, obispo y doctor de la Iglesia

Memoria de san Agustín, obispo y doctor eximio de la Iglesia, que, convertido a la fe católica después de una adolescencia inquieta por los principios doctrinales y las costumbres, fue bautizado en Milán por san Ambrosio y, vuelto a su patria, llevó con algunos amigos una vida ascética y entregada al estudio de las Sagradas Escrituras. Elegido después obispo de Hipona, en la actual Argelia, durante treinta y cuatro años fue maestro de su grey, a la que instruyó con sermones y numerosos escritos, con los cuales también combatió valientemente los errores de su tiempo y expuso con sabiduría la recta fe.

San Agustín ha sido uno de los santos más famosos de la Iglesia católica. Después de Jesucristo y de San Pablo es difícil encontrar un líder espiritual que haya logrado ejercer mayor influencia entre los católicos que este enorme santo.

Su inteligencia era sencillamente asombrosa, su facilidad de palabra ha sido celebrada por todos los países. De los 400 sermones que dejo escritos, han sacado y seguirán sacando material precioso para sus enseñanzas, los maestros de religión de todos los tiempos. Cuando Agustín se convirtió al catolicismo escribió el libro Confesiones, que lo ha hecho famoso en todo el mundo.

Su lectura ha sido la delicia de millones de lectores en muchos países por muchos siglos. El comentaba que a la gente le agrada leer este escrito por gozan leyendo de los defectos ajenos, pero no se esmeran en corregir los propios. La lectura de "Las Confesiones de San Agustín" ha convertido a muchos pecadores. Por ejemplo Santa Teresa cambio radicalmente de comportamiento al leer esas páginas. Cuando joven tuvo una grave enfermedad y ante el temor de la muerte se hizo instruir en la religión católica y se propuso hacerse bautizar.

Pero apenas recobro la salud se le olvidaron sus buenos propósitos y siguió siendo pagano. Más tarde criticara fuertemente a los que dejan para bautizarse cuando ya son bastante mayores, para poder seguir pecando. Luego leyó una obra que le hizo un gran bien y fue el "Hortensio" de Cicerón. Este precioso libro lo convenció de que cada cual vale más por lo que es y por lo que piensa que por lo que tiene. Pero luego sucedió que tuvo un retroceso en su espiritualidad. Ingreso a la secta de los Maniqueos, que decía que este mundo lo había hecho el diablo y enseñaban un montón de errores absurdos.

Luego se fue a vivir en unión libre con una muchacha y de ella tuvo un hijo al cual llamo Adeodato ( que significa : Dios me lo ha dado) Luego leyó las obras del sabio filosofo Platón y se dio cuenta de que la persona humana vale muchísimo más por su espíritu que por su cuerpo y que lo que más debe uno esmerarse en formar es su espíritu y su mente. Estas lecturas del sabio Platón le fueron inmensamente provechosas y lo van a guiar después durante toda su existencia.

Se dedico a leer la Santa Biblia y se desilusiono, ya que le pareció demasiado sencilla y sin estilo literario, como los libros mundanos. Y dejo por un tiempo de leerla. Después dirá, suspirando de tristeza : "Porque la leía con orgullo y por aparecer sabio, por eso no me agradaba. Porque yo en esas páginas no buscaba santidad, sino vanidad por eso me desagradaba su lectura. ¡ Oh sabiduría siempre antigua y siempre nueva. Cuan tarde te he conocido!".

Al volver al África fue ordenado sacerdote y el obispo Valerio de Hipona, que tenía mucha dificultad para hablar, lo nombró su predicador. Y pronto empezó a deslumbrar con sus maravillosos sermones. Predicaba tan hermoso, que nadie por ahí, había escuchado hablar a alguien así, a gente escuchaba hasta por tres horas seguidas sin cansarse. Los temas de sus sermones, eran todos sacados de la santa Biblia, pero con un modo tan agradable y sabio que la gente se entusiasmaba.

Y sucedió que al morir Valerio, el obispo, el pueblo lo aclamo como nuevo obispo y tuvo que aceptar. en adelante será un obispo modelo, un padre bondadoso para todos. Vivirá con sus sacerdotes en una amable comunidad sacerdotal donde todos se sentirán hermanos. El pueblo siempre sabia que la casa del obispo Agustín siempre estará abierta para los que necesitan ayuda espiritual o material.

Será gran predicador invitado por los obispos y sacerdotes de comunidades vecinas y escritor de libros bellísimos que han sido y serán la delicia de los católicos que quieran progresar en la santidad. El tenía la rara cualidad de hacerse amar por todos. Había en el norte de África unos herejes llamados Donatistas, que enseñaba que la Iglesia no debe perdonar a los pecadores y que como católicos solamente deben ser admitidos los totalmente puros ( pero ellos no tenían ningún reparo en asesinar a quienes se oponían en sus doctrinas ) Agustín se les opuso con sus elocuentes sermones y brillantísimos escritos, y ellos no eran capaces de responderles a sus razones y argumentos.

Al fin el Santo logró llevar a cabo una reunión en Cartago con todos los obispos católicos de la región y todos los jefes de los Donatistas y allí los católicos dirigidos por nuestro santo derrotaron totalmente en todas las discusiones a los herejes, restos fueron abandonados por la mayor parte de sus seguidores, y la secta se fue acabando poco a poco.

Vino enseguida otro hereje muy peligroso. Un tal Pelagio, que enseñaba que para ser santo no hacía falta recibir gracias o ayudas de Dios, sino que uno mismo por su propia cuenta y propios esfuerzos logra llegar a la santidad. Agustín que sabía por triste experiencia que por 32 años había tratado de ser bueno por sus propios esfuerzos y que lo único que había logrado era ser malo, se le opuso con sus predicaciones y sus libros y escribió un formidable tratado de "La Gracia", el cual prueba que nadie puede ser bueno, ni santo, si Dios no le envía gracias ni ayudas especiales para serlo, en este tratado tan lleno de sabiduría, se han basado después de los siglos, los teólogos de la Iglesia católica para enseñar acerca de la gracia.

Cuando Roma fue saqueada y casi destruida por los bárbaros de Genserico, los antiguos paganos habían dicho que todos estos males habían llegado por haber dejado de rezar a los antiguos dioses paganos y por haber llegado la religión católica. Agustín escribió entonces un nuevo libro, el más famoso después de las Confesiones, "La Ciudad de Dios" ( empleó 13 años redactándolo ).

Allí defiende poderosamente a la religión católica y demuestra que las cosas que suceden, aunque a primera vista son para nuestro mal, están todas en un plan que Dios hizo en favor nuestro que al final veremos que era para nuestro bien. ( Como dice San Pablo: "Todo sucede para bien de los que aman a Dios") . En el año 430 el santo empezó a sentir continuas fiebres y se dio cuenta de que la muerte lo iba alcanzar, tenía 72 años y cumplía 40 años de ser fervoroso católico, su fama de sabio, de santo y de amable pastor era inmensa.

Los bárbaros atacaban su ciudad de Hipona para destruirla, y el murió antes de que la ciudad cayera en manos de semejantes criminales. A quién le preguntaba que si no sentía temor de morir, el les contestaba : "Quien ama a Cristo, no debe temer miedo de encontrarse con El". Pidió que escribieran sus salmos preferidos en grandes carteles dentro de su habitación para irlos leyendo continuamente ( él en sus sermones, había explicado los salmos ) durante su enfermedad curó un enfermo, con solo colocarle las manos en la cabeza y varías personas que estaban poseídas por malos espíritus quedaron libres ( San Posidio, el obispo que lo acompaño hasta sus últimos días, escribió después su biografía.


ABRAZO Y BENDICIÓN!