jueves, 15 de agosto de 2024

Evangelio del jueves 15 de agosto: Lucas 1,39-56.

ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN


María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.

Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!

¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?

Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.

Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".

María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de tu servidora.

En adelante todas las generaciones me llamarán feliz".

Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:

¡su Nombre es santo!

Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.

Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.

Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.

Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.

Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre".

María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa. 

PALABRA DEL SEÑOR


Nuestra Madre intercede con infinito amor por cada uno de nosotros. Está junto a nuestro Dios pidiendo por nosotros. Su asunción en cuerpo y alma nos deja una enseñanza. La carne humana es sagrada, el ser humano es sagrado, tiene lugar en el Cielo. Por eso la asunción de la Madre denuncia la tortura, el maltrato, el desprecio,, todo lo que lastima, hiere o mata seres humanos. Se está "matando" a Dios mismo, vivo y presente en la carne humana, comenzando por Jesús y María. En el silencio y la quietud invocamos el Nombre de Jesús.

Celebramos la fiesta de Nuestra Señora del Tránsito en la Comunidad de Lunlunta, Mendoza.


Abrazo y bendición!

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