FIESTA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR
Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos.
Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas.
Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor.
Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: "Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo".
De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos.
Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significaría "resucitar de entre los muertos".
PALABRA DEL SEÑOR.
El Concilio Vaticano II ha sido la gran transfiguración de la Iglesia iniciada en el Siglo XX. Fue convocado por San Juan XXIII, pero quien pastoreó hasta el final de su vida las transformaciones que necesitaba la Iglesia para poder acompañar mejor los nuevos tiempos de la humanidad, fue San Pablo VI. Fue muy criticado por permitir tantos cambios. Sufrió como Jesús en la Pasión. El Señor lo premió, llamándolo a su presencia el día de la Transfiguración. El Papa San Pablo VI murió el 6 de agosto de 1978. Bendito Mensajero de la Paz y Padre de la Iglesia del Vaticano II. En el silencio y la quietud, invocamos el nombre de Jesús.
Abrazo y bendición!
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