Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él,
y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?".
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu.
Este es el más grande y el primer mandamiento.
El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas".
PALABRA DEL SEÑOR
Así de simple: el amor a Dios y al prójimo. No se da lo uno sin lo otro. Muchos creyentes dicen que ellos creen en Dios y es suficiente. Es imposible. Dios se encarna en cada ser humano, por eso son amores inseparables.
En el silencio y la quietud, invocamos el Nombre de Jesús.
Abrazo y bendición!
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