Saludo a los diáconos en su día
10 de agosto de 2024
Queridos hermanos Diáconos:
¡Alegría y paz en el Señor! ¡Feliz día para todos!
Celebrando con toda la Iglesia la Fiesta del diácono y mártir San Lorenzo, nos unimos festejando el “Día del Diácono”. Hoy lo haremos en la Eucaristía que presidiré en la Parroquia María Auxiliadora, en Bernal. Los diáconos junto con sus esposas, sacerdotes y fieles, luego de la Misa, compartiremos el almuerzo en ese solar histórico de “Santa Coloma”.
Son muchos los motivos para dar gracias en este día, principalmente por el nutrido número de diáconos permanentes que tiene nuestra Iglesia de Quilmes, que desarrollan su ministerio en todas las parroquias y capillas, por sus esposas y familias. Damos gracias por nuestro Instituto Diaconal “San Lorenzo Mártir”. También hacemos memoria agradecida por todos aquellos hermanos diáconos, esposas e hijos de diáconos que Dios ha llamado a su presencia. Rogaremos también al “dueño de la mies para que envíe operarios para la cosecha”, y así surjan abundantes vocaciones de servicio en toda la Iglesia.
Este año, junto con el Padre Obispo Eduardo, empezamos a participar más asiduamente de las reuniones de la Secretaría Diaconal; también hemos comenzado a reunirnos con los diáconos en los distintos decanatos. Hemos aprendido mucho en el compartir fraterno; a la vez, vamos ahondando en lo que la Iglesia quiere de los diáconos mediante la lectura y comentario del Directorio para el Diaconado Permanente en la Argentina. El clima de fraternidad y de confianza reinante en las reuniones nos ha llenado de alegría, y afianza nuestros vínculos para mejor servir al Pueblo de Dios.
En este día, a través de ustedes hermanos diáconos, con el Padre Obispo Eduardo queremos saludar a sus esposas, hijos y familia toda. Ustedes son lo que son, gracias al amor que viven en sus hogares. Ellos son parte de su vida, y también ellos son parte de la misión que realizan. El tiempo que dedican a las Comunidades, a cada hermano o hermana que sirven, es parte de tiempo generosamente brindado también por su familia. Así ellos se vuelven una “familia diaconal”. Los vínculos esponsales, paternales y maternales, filiales y fraternos, no quedan puertas adentro de la casa, sino que están vivos en sus corazones; un corazón de hombre que sigue siendo fiel a su vocación matrimonial y paternal, y a la vez, vive su vocación específica en la Iglesia. “El diácono es consagrado para el servicio: sirve y enseña a servir a sus hermanos… Son muchos los modos y vastas las posibilidades de ejercer, a favor de todo el pueblo de Dios, el triple servicio de la Palabra, de la Liturgia y de la Caridad que le corresponde según su propio grado ministerial” (Directorio para la Argentina, n° 11)
Los dos Obispos queremos saludar y abrazar a los diáconos enfermos y mayores, imposibilitados de participar de las celebraciones y algunos que, por diferentes motivos, ya no pueden asumir un compromiso de presencia en la Comunidad. Gracias por todo lo que han brindado activamente, y gracias también porque ejercen su servicio orando y ofreciendo sus sufrimientos y fragilidades para bien de toda nuestra Iglesia ¡Muchas gracias! Los abrazamos con gran ternura.
Termino este saludo con parte de la canción compuesta por el P. Germán Pravia OP, titulada “Eres Diácono Permanente”:
Eres diácono permanente del pueblo de Dios
eres señal viviente de Jesús Salvador
Corazón atravesado por tu entrega en caridad,
tu servicio apasionado al Evangelio y a la Verdad.
Junto con el Padre Obispo Eduardo, te deseo un ¡FELIZ DÍA DEL DIÁCONO!
¡Dios los bendiga, la Virgen los cuide y San Lorenzo, diácono y mártir los proteja!
+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes
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