El obispo, monseñor Jorge Lugones, recordó que el diaconado "es un servicio de entrega generosa", y pidió a los ordenados imitar la entrega de san Lorenzo, patrono de los diáconos.
En ocasión del Día del Diácono por la fiesta de San Lorenzo mártir, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió la celebración eucarística el sábado 10 de agosto en la catedral local de Nuestra Señora de la Paz, durante la cual ordenó diáconos permanentes a Walter Castañeda, de la parroquia Cristo Rey (de Guernica), y a Esteban Cousido, de la unidad pastoral integrada por las parroquias María Auxiliadora y Sagrado Corazón.
Concelebraron la misa varios sacerdotes y participaron diáconos permanentes de otras parroquias, familiares de los ordenandos y miembros de las comunidades en las que ejercen su ministerio.
En la homilía, monseñor Lugones señaló que el servicio diaconal "es un servicio de entrega generosa", y recordó que "necesitamos tiempo de silencio y discernimiento, para ser fecundos en nuestro apostolado". El prelado pidió a los ordenandos que no dejen de encomendarse a la Virgen "por su pueblo sufriente y que así los haga servidores de todos".
Luego, recordó a San Lorenzo, mártir y patrono de los diáconos, "el hombre que dio la vida por los más pobres, en servicio de la Iglesia de los primeros siglos, en Roma". "Su vida, como el grano de trigo, fue fecunda para los pobres de su tiempo y para el futuro de la Iglesia de todos los tiempos", señaló.
En relación al Evangelio del día, monseñor Lugones señaló que "Jesús nos habla de un grano de trigo enterrado, que ha sido depositado en tierra para que dé fruto. Ese grano de trigo, dice Jesús, debe morir, y esto significa un morir a nuestro propio interior, es decir, criterios, tiempo, proyectos, dejarse sorprender por Dios en esta nueva etapa de sus vidas".
"El servicio diaconal es un servicio de entrega generosa; el diácono Lorenzo lo hizo con los más pobres, y por eso no podemos olvidar esta opción de la Iglesia por los más pobres, sufrientes, por el enfermo, por el abatido, el depresivo, servicio de la escucha paciente, que debemos tener siempre presente en el horizonte de nuestro ministerio", manifestó.
Y finalizó: "Jesús demuestra su amor sirviendo, porque amar de verdad es estar sirviendo al otro, totalmente donado al otro". Creemos que, en la gramática del Evangelio, Jesús ha plasmado con sus gestos el verbo más amado y entrañable: el verbo servir".
El 23 de julio pasado, los nuevos diáconos fueron admitidos para recibir el sacramento y, en esa ocasión, Esteban Cousido fue instituido lector y acólito (Castañeda ya había recibido estos ministerios).+
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