Tras las “numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes que se oponían al testimonio cristiano”
El sacerdote, hijo de un torturador, deberá volver a la diòcesis de San Rafael, Mendoza, donde está incardinado, ya que en la de Zárate-Campana estaba solamente con un permiso de residencia otorgado por razones familiares por cuatro meses, pero que el sacerdote extendió por su propia cuenta
"Dado que en reiteradas ocasiones, se recibieron en este Obispado numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes, que se oponían al testimonio cristiano -máxime proviniendo de un sacerdote-, se le pidió un cambio de actitud y comportamiento en su proceder"
El sacerdote Javier Olivera Ravasi, que organizó una reunión de diputados libertarios con represores, entre ellos Alfredo Astiz, en la cárcel de Ezeiza, fue echado de la diócesis de Zárate-Campana, con el argumento de las “numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes que se oponían al testimonio cristiano”.
La decisión implica que deberá volver a la diòcesis de San Rafael, Mendoza, donde está incardinado, ya que en la de Zárate-Campana estaba solamente con un permiso de residencia otorgado por razones familiares por cuatro meses, pero que el sacerdote extendió por su propia cuenta.
La sanción se tomó luego de que la Conferencia Episcopal Argentina emitió un comunicado tomando distancia de las gestiones que hizo el sacerdote y de fuertes gestos del Papa Francisco que recibió a víctimas de la última dictadura militar
La sanción se tomó luego de que la Conferencia Episcopal Argentina emitió un comunicado tomando distancia de las gestiones que hizo el sacerdote y de fuertes gestos del Papa Francisco que recibió a víctimas de la última dictadura militar.
Olivera Ravasi es hijo del ex militar Jorge Antonio Olivera, también condenado por violaciones a los derechos humanos, entre ellos el secuestro y desaparición de la modela Marie-Anne Erize.
Fue el organizador de la reunión de seis diputados de La Libertad Avanza con una decena de condenados por delitos de lesa humanidad, que reclaman salir de la prisión debido a que tienen más de 70 años, afrontar problemas graves de salud y no tener condena firme.
Texto del comunicado del Obispado
El sacerdote, presbítero Javier Olivera Ravasi, está incardinado en la Diócesis de San Rafael, Provincia de Mendoza, y fuera de la misma desde hace varios años. Por razones familiares que aludió, solicitó residir en esta Diócesis de Zárate-Campana, lo que se le concedió por el término de cuatro meses, desde el 20 de agosto de 2019 hasta el 31 de diciembre del mismo año, quien posteriormente dejó el lugar y retornó varias veces sin aviso alguno.Dado que en reiteradas ocasiones, se recibieron en este Obispado numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes, que se oponían al testimonio cristiano -máxime proviniendo de un sacerdote-, se le pidió un cambio de actitud y comportamiento en su proceder.Al no observarse hasta el presente el cambio requerido en su actitud, y teniendo en cuenta que el mencionado sacerdote no pertenece a esta Diócesis de Zárate-Campana, así como por el bien de la comunidad diocesana, hechas las consultas pertinentes, se le ha comunicado que en adelante no tiene autorización para residir en esta Diócesis.
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