Con el lema "Que el vínculo perfecto sea el Amor", más de 60 diáconos permanentes de las distintas diócesis que componen el Noreste Argentino participaron de las jornadas de trabajo.
El centro diocesano de capacitación integral San Juan Pablo II, en Formosa, fue escenario, del 16 al 18 de agosto, del XVII Encuentro Regional de Diáconos Permanentes y sus esposas.
Con el lema "Que el vínculo perfecto sea el Amor", más de 60 diáconos permanentes de las distintas diócesis que componen el noreste argentino (NEA) participaron de las jornadas de trabajo, que se llevaron a cabo en un clima de gran fraternidad y contaron con la presencia del arzobispo de Resistencia, monseñor Alfredo Dus.
En esta oportunidad, los diáconos estuvieron acompañados de sus respectivas esposas, quienes tuvieron una activa participación en todas las actividades realizadas.
La jornada se inició con una concentración en la catedral Nuestra Señora del Carmen, donde los participantes fueron recibidos por el obispo diocesano, monseñor José Conejero Gallego.
El sábado 17, monseñor Conejero saludó a los presentes, realizó algunas reflexiones, presidió el rezo del Laudes y compartió el almuerzo. Por su parte, monseñor Dus acompañó también el encuentro y ofició de disertante, abordando el tema "Matrimonio y Ministerio Diaconal". Por la tarde, se reflexionó sobre los "Desafíos de la familia de un ministro ordenado".
Al día siguiente, el presbítero Jimmy Ponce reflexionó sobre "Espiritualidad diaconal y la relación párroco-diácono". Al final de las ponencias, se realizaron actividades grupales y se sacaron conclusiones, que se pusieron en común. Los participantes compartieron diariamente la Santa Eucaristía e intensos momentos de oración.
"La razón de mi presencia es para acompañar la reunión de diáconos permanentes de la Región NEA. Este año, nos hemos propuesto reflexionar sobre el diácono permanente y su esposa; nos parecía oportuno poder unir, por una parte, el compromiso del servicio a la Iglesia, pero también poner en evidencia el rol de la esposa que es, precisamente, un rol que integra el compromiso del servicio del diácono", reflexionó monseñor Dus.
En relación a la tarea del diácono permanente, afirmó: "Muchas veces confundimos o creemos que es como un sacerdote de segunda clase; sin embargo, tiene su función especial, ya que integra la estructura eclesial, es decir, la conformada por obispos, presbíteros y diáconos, en un servicio a la Iglesia; y, en especial, se trata de un servicio de la caridad hacia la gente, que se sostiene con su predicación, la Palabra y el aspecto litúrgico".
El titular de la diócesis chaqueña agregó: "Siempre buscamos que el diácono no sea simplemente un auxiliar litúrgico, sino que asuma compromisos por medio de los cuales la Iglesia esté presente. Por ello, favorecemos que los que son profesionales y tienen un trabajo especial puedan testimoniar a la Iglesia; que puedan organizar y servir a la gente, por ejemplo, en la administración; que sean los gestores que llevan adelante las realidades, proyectos como los de Cáritas o también los de la salud; que se identifiquen precisamente con la Iglesia católica".
Monseñor Dus aseveró: "Un diácono en la Iglesia católica es ordenado para el servicio, es decir, una acción que testimonie la presencia de la Iglesia con una consagración especial, en la que su esposa tiene que decir siempre la última palabra. No puede haber un diácono permanente casado y que su esposa no esté de acuerdo con su misión".
En relación a la formación del diácono permanente, manifestó: "Generalmente, se trata de una persona ya formada profesional y laboralmente por su propio medio y de un modo autónomo. La Iglesia lo ayuda a su vez a formarse, y para ello hay un itinerario de formación de tres o cuatro años, durante los cuales se los capacita justamente para obtener conocimientos teológicos, es decir, un cultivo más profundo de la fe católica, nuestra fe cristiana y, por otra parte, también se fomenta un compromiso de formación, sobre todo en relación con las realidades temporales".
El padre Ponce, párroco de Nuestra Señora de la Esperanza, coordinó el encuentro y, al mismo tiempo, ofició de disertante. "La idea del encuentro fue profundizar sobre la espiritualidad del diácono permanente", explicó, y añadió acerca de los alcances del encuentro: "En concreto, lo que queremos es redescubrir la relación matrimonial de cada día, entendiendo que la tarea del diácono no puede concebirse sin la presencia de su esposa".+
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